Hace 18 años los habitantes de Mampuján, corregimiento de María la Baja, Bolívar, fueron testigos de una violenta incursión paramilitar que los marcó para toda la vida; un grupo de paramilitares al mando de Rodrigo Mercado Pelufo, alías “Cadena”, ex jefe del Bloque Montes de María, interrumpió en su caserío para asesinar a 13 indefensos campesinos y de paso llevarse la ilusión de un pueblo pacífico.
La desolación, la tristeza y el abandono se apoderaron de muchos de los lugareños, 300 de ellos huyeron del que fuera su terruño, llevando con ellos solo un par de pertenencias y un inmenso dolor en el alma.
Sus vidas que antes estaban unidas por los lazos de amistad y solidaridad, terminaron desperdigadas por los municipios del centro y sur del Bolívar, hasta donde llegaron sin saber que sería de ellos. El sufrimiento marcaba su diario vivir.
Pasaron 6 años para que el dolor de estos campesinos comenza a salir, ya no desde el llanto, sino a través de las manos de las mujeres de la comunidad, quienes aprendieron de manos de una religiosa a plasmar en telas los horrores que vivieron aquel fatídico viernes de marzo.
“Nosotras nacimos después del desplazamiento masivo de nuestra comunidad, 245 familias salimos sin rumbo fijo en un solo día, tras la masacre de 13 campesinos, nos aferramos a la vida y comenzamos a trabajar de manera distinta, a construir con nuestras manos desde el alma”, expresó, Juana Alicia Ruiz Hernández, una de las tejedoras.
El trabajo de estas aguerridas mujeres ha sido reconocido por muchos sectores de la sociedad colombiana. Hoy día sus tejidos que grafican las riquezas de su tierra y su gente, se encuentran expuestos en el Museo Nacional, lugar donde recibieron un merecido reconocimiento y donde el Procurador General de la Nación, Fernando Carrillo Flórez, resaltó su hermosa labor “De las cosas gratas que yo he descubierto en Colombia han sido las tejedoras de Mampuján, porque son el futuro del país, en la región más afectada por la violencia”, dijo Carrillo.
El Procurador trabaja en pro de la construcción de un museo en esta zona del país, donde las víctimas puedan exponer a través del arte cómo ha sido su proceso de perdón y superación.
“Construir ese museo de la memoria histórica en María la Baja, hoy ya tenemos nuevos aliados. Estuve hablando con el director del Museo Nacional con la ex ministra Elvira Cuervo, con la Cooperación Española ya vamos sumando y yo creo que vamos a hacer ese museo de arte popular en María la Baja, cumpliéndole a las víctimas de esa zona tan golpeada”, manifestó.
Las tejedoras son un ejemplo de cómo el arte permite ser una vía para canalizar el dolor y de paso mostrar los horrores de la guerra para que no se repitan y pobladores como los de Mampuján Bolívar, puedan vivir en la tranquilidad que los acompañaba antes del 10 de marzo del 2000.