En cuenta regresiva podemos señalar el momento que concentra la atención de los colombianos; por un lado, cita mundialista que a partir de este 14 de junio se inaugura en Rusia y por el otro, la segunda vuelta presidencial entre Duque y Petro.
En cuanto al mundial de fútbol, todos esperamos que el equipo dirigido por José Nestor Pekerman, cumpla un papel destacado y se supere lo realizado en el pasado mundial de Brasil, situación nada fácil si se tienen en cuenta factores diferentes como clima, ambiente y en general actuar en condición de visitante, a pesar de tener jugadores de gran recorrido internacional y estar jugando en las ligas élites del fútbol mundial.
Sin embargo, a pesar que nos embargue la fiebre del mundial de fútbol, la decisión que debemos tomar los colombianos al elegir al próximo Presidente este 17 de junio, debe ocupar un lugar prioritario y muy por encima de otras actividades o distractores.
Lo que está en juego el próximo domingo comenzará a marcar un nuevo camino en lo que queremos que sea nuestro país, un transitar donde esperamos se consolide y se sepulte para siempre la confrontación armada para dirimir posiciones políticas, y lo que es mas importante, establecer políticas que reduzcan la pobreza y la desigualdad, abriendo puertas de oportunidad para todos, haciendo un desarrollo efectivo de lo consagrado en la constitución del 91, donde se definió nuestra Nación como un Estado Social de Derecho donde se brinde a nuestros niños desde la primera infancia, una nutrición adecuada para que puedan desarrollar sus capacidades, así como una educación de calidad que les permita liberarse del yugo de la ignorancia que los hace mas vulnerables.
Por otro lado, es imperativo que el próximo gobierno defina con claridad el modelo de salud que todos merecemos donde los pacientes no sean tratados como un cliente mas, sino por el contrario sean pacientes a quienes se les brinde una atención humana oportuna y de calidad.
Particularmente consideramos imperativo analizar y antes de tomar una decisión en las urnas, observar quienes acompañan a los dos candidatos que disputarán la Presidencia y observar desde el plano local o regional, si los congresistas y ex congresistas que están en cada una de las campañas han tenido un comportamiento respondiendo a las necesidades del pueblo o si por el contrario se han hecho elegir directamente o en cuerpo ajeno para seguir usufructuando las mermeladas y mieles del poder contribuyendo a que gran parte de la población siga sumida en condiciones de pobreza.
Hemos observado cómo el 100% de los parlamentarios del departamento de Bolívar se han alineado con un candidato, luego la pregunta que surge es, si ese candidato será capaz de zafarse de las pretensiones que luego esos parlamentarios le exigirán como contraprestación a los apoyos brindados.
No olvidemos que en cifras de la Contraloría General de la Nación, la corrupción se lleva recursos que rondan los 50 billones de pesos al año. ¿Será que eligiendo a los mismos podremos cambiar el rumbo del país?
En manos de cada uno de los electores está decidir si queremos mas de lo mismo, o si por el contario se opta por otra ruta que en ningún caso será el de nuestros vecinos de Venezuela como engañosamente e infundiendo miedo nos han hecho creer, principalmente en los sectores donde mayores son las necesidades y se percibe mayor la ausencia del Estado.