Apasionado por su vocación policial y la labor social que emprende cada día, el Comandante de la Estación de Policías de Zambrano, Bolívar, Sergio Alejandro Fonseca Cuesta, camina orgulloso por las calles de esa población encallada en los Montes de María con la misión de salvaguardar el orden pero principalmente alejar a los niños, niñas y adolescentes del expendio y consumo de sustancias alucinógenas.
Hace 3 años y 6 meses, ingresó a la Policía Nacional y desde entonces, su razón de levantarse cada mañana es la de ayudar a las víctimas del conflicto armado a superar los traumas que dejó el conflicto y a la niñez para que no caigan en el oscuro y perverso mundo de las drogas.
“Yo estaba muy pequeño allá en Umbita Boyacá cuando los policías llegaban a mi casa yo salía corriendo a abrazarlos, me colocaba el casco y me creía uno de ellos por un instante”. Desde ahí comprendí lo que quería ser para servir a las comunidades.
“Cuando tienes un sueño que te parece imposible y un día decides abrazarlo y dar el primer paso para alcanzarlo, se convierte en vida, en un polo de atracción tan poderoso que sacas lo mejor de ti y descubres que ese sueño no es solo tuyo, que tu familia te acompaña y eso se convierte en un sueño colectivo, en una razón de vivir para servir”, dice Sergio Alejandro Fonseca.
El subteniente de 22 años de edad también es el encargado de emprender diferentes técnicas para ayudar a cristalizar proyectos tales como la creación de parques y zonas de juego para la niñez.
Su incansable labor le ha traído diferentes reconocimientos dentro de la Institución y por parte de la administración de diferentes alcaldías donde ha laborado. Sergio Alejandro desarrolla actividades artísticas, como pintura, bailes y disfrazado de payaso olvida sus propios problemas para irradiar de alegría la vida de los demás.