Vencida la abstención, la victoria de William Dau es inédita. Sin maquinaria, el soporte de su férrea voluntad y voz acusadora fueron las redes sociales, los universitarios, la juventud y el voto ciudadano que libre de compromiso dijo: “¡No Más corrupción!” Y lo refrendaron las 113.627 (28.87%) voluntades que derrotaron los 102.708 (26.10%) votos de la clase política, alta cifra que explica la equivocación de William García que, sintiéndose ganador, rehuyó los debates en que Dau lo fustigó y se creció. Frente a la soberbia o la cobardía el ciudadano se “pellizcó y rompió las cadenas”.
En los 393.483 votos válidos, -el 55.25% de los habilitados – no calcularon el hastío, el castigo y el voto nuevo, tampoco los 61.250 (15.56%) que lo hicimos en blanco –en mi caso – porque no creí que el Llanero Solitario creciera como lo hizo. Si Dau hubiera perdido no me lo perdonaría. Sirva la lección de autocrítica y para recordar que el voto blanco es una masa crítica feliz y dispuesta a apoyarlo y defender la tarea que tiene al frente.
El Llanero junto con el Fantasma es también uno de mis héroes justicieros que desde niños nos daban la emoción de enfrentar el mal, y ahora como abogados, de vencer institucionalmente y en equipo la corrupción cubierta por la hiedra que esconde el delito socializado y consentido. Prima y hay que derrotar la cultura de la incultura, del todo se vale, del atajo y de la complicidad, ‘virtudes’ del despreciable modelo clientelista. Su informalidad es temeraria cual motos en vía congestionada, con una autoridad ausente o rebasada. Clave para el gobierno que nace: mística de equipo y Justicia, recoger lo sembrado, apoyarse en la Procuraduría y demás ías.
El cáncer está en todas partes pero no lo es todo. Hay resistencia y un orden jurídico, la ética de un sector creciente de ciudadanos multiestrato que ponen el pecho y condujeron a creer y darle la victoria. William, usted es la esperanza y no está solo en esta lucha para romperle el equilibrio al caos. Los ataques comenzaron y no cesarán. La fiera está viva. Por eso urge que convoque a construir una fe común de ciudad, a blindar el derecho ganado y organizar el empalme de quienes con usted serán gobierno. Priorice problemas, los hay y son de todo tipo, también las soluciones que son colectivas.
Con Guillermo Paniza y Judith Pinedo participé en la derrota de la maquinaria y las batallas contra el Partido Único del Concejo -PUC – de Blel, de Cáceres, de los García, emboscados contra estas experiencias que atacaron sin tregua. Después la infamia hizo metástasis.
Derrotada la absurda acusación del fraude, del Concejo vendrán los ataques, máxime si García acepta ir y presidirlo. No cace peleas que le quiten tiempo. Tenga escuderos. Desconfíe pero no se ciegue, hay gente valiosa, con experiencia, honrada, que también ama a Cartagena. Ponga filtros y rodéese de ellas. La victoria del pueblo tiene que ser contundente.