Queremos ratificarnos en que no votamos por el elegido alcalde de Cartagena William Dau Chamatt, votamos en blanco, y lo hicimos por convicciones propias acordes con el momento del proceso eleccionario, porque votar en blanco es también una válida opción, así dicen las normas y preceptos electorales establecidos; y aunque también se diga que el voto es secreto, creemos que lo es en el preciso momento del sufragio, sí así usted también lo desea.
Pero el haber votado en blanco no me lleva ni me puede llevar a la irracional ni mezquina posición de no entender o aceptar que la decisión del pueblo fue por William Dau, refirmándome, además, como persona civilizada que soy, que el mayoritario resultado, el de la llegada de Dau a la alcaldía de Cartagena, no me ha desagradado.
Pero lo anterior tampoco constituye impedimento, como cartagenero, óigase bien, como cartagenero que soy y que quiero a mi ciudad, para hacerle ver y saber al alcalde Dau acerca de algunas situaciones que se están presentando en algunas dependencias del Distrito de Cartagena, entre ellas, la UMATA, de la cual me voy a referir.
Alcalde, es probable que algunos quieran abusar, o aún, hayan abusado de su buena voluntad, de su buena fe y de sus buenos propósitos con la ciudad; como ha ocurrido con el sospechoso caso en el que lo hicieron incurrir en error al nombrar a la sicóloga Lidys Ramírez como zar anticorrupción, una responsabilidad que incomodó a más de uno.
Pero refiriéndome a la UMATA, mi propósito, también parece ser que no le dijeron toda la verdad o le ocultaron información acerca de la persona que usted inicialmente quiso, de buena fe, nombrar como director de esta entidad, el médico veterinario Gustavo Jiménez, y con apareció en las redes sociales dando a conocer su designación.
Gustavo Jiménez, lo engañó ocultándole sus demostrados vínculos políticos con la senadora Dayra Galvis, con José Julián Vázquez, el primo del ex alcalde Manolo Duque, y aún, con el propio ex alcalde Manuel Vicente Duque, y durante cuya administración Jiménez ejerció como director de la UMATA de Cartagena.
Usted, alcalde Dau, afortunadamente revocó este nombramiento, y muchos se lo aplaudimos; pero en su remplazo designó a la zootecnista Luisa Horta, una sincelejana de la cual no sólo se dice que usted no ha llegado a conocer personalmente, sino, que, además, para su nombramiento influenciaron en usted a través de interpuesta persona, según se conoce, para que la designara y así llegara a la dirección de la UMATA encarnando al mismo Gustavo Jiménez, el fallido director que usted revocó.
Hoy es de público conocimiento que la UMATA se encuentra en parálisis total administrativa y de ejecutorias por causa del desmantelamiento, presuntamente politiquero, que de manera arbitraria han hecho despidiendo a personas serias, capaces y eficientes que le han venido prestando excelentes servicios profesionales a esta entidad a manera de contratación.
Pero hay algo mucho más grave, señor Alcalde, y es que la UMATA aparte de encontrarse en el gravísimo peligro de ser capturada por la politiquería también parece que su dirección y todo su estamento es apetecido y disputado no solo por el servicio que le pueda llevar a los campesinos pobres del Distrito, la razón de su existencia, sino por las cuestionadas contrataciones que se han venido suscribiendo con supuestas Fundaciones dizque defensoras de animales, acciones que por demás, ilegales y hasta prevaricadoras, le han añadido sin razón alguna a esta entidad, no correspondiéndole tal responsabilidad. Por todo esto, señor alcalde Dau, le pedimos…póngale el ojo a la UMATA