Un pensamiento histórico, al parecer romano, asegura lo siguiente: “tiempos duros crean hombres fuertes. Los hombres fuertes crean tiempos buenos. Los tiempos buenos crean hombres débiles. Los hombres débiles crean tiempos difíciles”. Después de la segunda guerra mundial, a excepción de algunas confrontaciones bélicas particulares, la sociedad en general ha estado viviendo buenos tiempos. Sin embargo, estamos volviendo a tiempos difíciles.
Estas décadas de tiempos buenos han creado generaciones de personas débiles. La falta de carácter y la fragilidad emocional se encuentran a la orden del día. Los trastornos psiquiátricos, ahora son considerados como ejercicio del derecho al libre desarrollo de la personalidad y cualquier intento por ofrecer soluciones médicas es tachado de xenofobia. La rectitud moral y el perfeccionamiento espiritual del Ser Humano son etiquetados como discurso de odio. Todo intento de ayudar a las personas a superar sus malos hábitos es atacado violentamente y tachado como acto de discriminación.
Los tiempos buenos que crearon las generaciones pasadas, ahora se están convirtiendo en tiempos difíciles, como consecuencia de las generaciones actuales, que, mimadas y caprichosas, pretenden anular cualquier voz que se oponga a su comodidad artificial. Esto viene dando lugar a una dictadura ideológica posmoderna, que califica de discurso de odio a las advertencias que se levanten contra ella, como lo menciona, Pablo Muñoz Iturrieta, PHD en filosofía política y legal, quien afirma que organizaciones como, Open Society Foundations, que dona miles de millones de dólares a facultades universitarias, imponen cláusulas que prohíben hablar sobre ciertos temas, como estudios científicos que contraríen la ideología de género.
Otra de las organizaciones que financia el paquete de ideología sodomita es, Planned Parenthood, que nació con propósitos eugenésicos, para evitar que las personas negras se siguieran reproduciendo en Estados Unidos y que ahora tiene monopolizada la industria del aborto, gracias a la instrumentalización del feminismo.
Las inmensas proporciones de dinero que esta organización destina a facultades universitarias le permiten tener poder de veto dentro de ellas, como sucede en la Universidad de Columbia, en Nueva York, donde está prohibido hablar contra el aborto y se encuentran cerradas las puertas a cualquier académico que tenga ese pensamiento. Esta universidad, también recibe dinero de la Fundación Ford, otra organización que se disfraza con los derechos humanos para financiar esta agenda perversa.
Al revisar la base de datos en la página web de la Fundación Ford y poner en la barra de búsqueda, Universidad de Columbia, se encuentra que, en los últimos años, se han destinado alrededor de veintiocho millones de dólares a esa institución educativa. De igual forma, es posible encontrar el proyecto: Transnacionales de la Fe, el cual es un programa para exterminar a las comunidades cristianas. Parte de la descripción de este plan tenebroso dice lo siguiente:
“Periodistas de 16 medios latinoamericanos, liderados por Columbia Journalism Investigators, de la Universidad de Columbia, publicamos Transnacionales de la Fe, la primera serie colaborativa que mapea el crecimiento del poder político evangélico y su agenda fundamentalista en América Latina alentada por la administración de Donald Trump.
Para entender los efectos de su expansión, investigamos las actividades de un grupo de líderes y organizaciones religiosas vinculadas a la Casa Blanca que promueven legislación y políticas cristianas en los más altos círculos del poder político latinoamericano. Estos grupos lideran la nueva cruzada del siglo XXI que implica retrocesos en los avances en salud sexual y reconocimiento de derechos de la población LGBT”.
Del texto citado, se puede observar que la Universidad de Columbia viene patrocinando a 16 medios latinoamericanos, para enfrentar a las comunidades cristianas, como respuesta a una “cruzada” contra la ideología de género. Al continuar con la investigación dentro de la base de datos, se encuentran, entre otros medios de comunicación que hacen parte de esta red maléfica, los siguientes: Univisión (USA), El Tiempo (Colombia), La Agencia Pública (Brasil), La República (Perú), Plaza Pública (Guatemala), El Surtidor (Paraguay).
Adicionalmente, estos grupos sodomitas hacen uso de un lenguaje peligroso, que busca crear odio contra las comunidades cristianas, a través de expresiones que pretenden inducir a confusión al ingenuo, como: “agenda fundamentalista”, “cruzada del siglo XXI”, “retrocesos en los avances en salud sexual”, “reconocimiento de derechos de la población LGTB”. Todo hace parte de una manipulación discursiva que tiene como objetivo esconder la cultura de la muerte, el libertinaje sexual, la anti-espiritualidad y el aborrecimiento a la rectitud moral.
A pesar de lo anterior, la historia ha mostrado que la FE es invencible. Desde los tiempos de Tamuz hasta nuestros días, siempre el Pueblo Eterno resulta victorioso. Ahora, que progresivamente estamos volviendo a los tiempos difíciles, se levantarán líderes cristianos de gran fortaleza. Así será.