Los males de Bogotá tienen dos causas. La primera, una pandemia depredadora que dejo a la ciudad más pobre y desigual, que se llevó a los seres queridos de varias familias (Que en paz descansen) y que no solo detuvo nuestro desarrollo, sino que nos retrasó más de 10 años en política social. La segunda, una administración Distrital con las prioridades distraídas, pésima ejecución de recursos y más preocupada por las encuestas que por los resultados. Además de esto, la Alcaldesa Claudia López, en vez de buscar soluciones, busca culpables, como lo hizo con el Concejo de Bogotá cuando los proyectos no salen como ella quiere y los llaman politiqueros, o como cuando se exculpa de sus responsabilidades como la jefe de policía de Bogotá en la época actual más violenta de la ciudad, o la joya de la corona, cuando dijo que con el POT estaba defendiendo a los bogotanos del modelo Peñalosista, cuando el no tuvo nada que ver con la formulación del POT pasado. Entonces… ¿A quién le duele Bogotá? ¿Quién responde por la ciudad? Hablemos con sinceridad sobre el verdadero culpable.
Según el Estatuto Orgánico de Bogotá, el Concejo de Bogotá es la primera autoridad de Bogotá y es el responsable de hacer el control político a los recursos de Bogotá. Pero ¿El Concejo puede realmente hacer mucho por la ciudad? Si y no, y esa respuesta depende a rosca que se tiene con la Alcaldía Distrital. ¿Sabían ustedes que si el Concejo no aprueba un proyecto de la Alcaldía, esta lo puede sacar por decreto? ¿Sabía que cualquier cambio a los proyectos de presupuestos y planes tiene que ser aprobada por anterioridad por la Alcaldía? Y el Concejo queda pintado en la pared para los grandes proyectos de ciudad, maniatado y con la mera responsabilidad ética de hacer denuncias públicas y darnos a conocer los micos e incumplimientos de la Alcaldía. Es más, el Concejo Distrital no puede citar a la alcaldesa a debates de control político, ya que eso solo lo puede hacer el Congreso, al que la Alcaldesa ni siquiera va cuando la citan a rendir cuentas por la ciudad. Como consecuencia, tenemos a muchos Concejales dedicados a ayudar a los suyos con puestos públicos, posando de “críticos” de la Alcaldía, mientras que dejan pasar todo a voto limpio en la corporación. Resalto el trabajo del Concejal Andrés Forero, Martín Rivera, Lucia Bastidas, Sara Castellanos, la bancada de la Colombia Humana, Carlos Carrillo y Luis Carlos Leal, que no se han dejado meter los dedos a la boca y buscan responderle a la ciudad, nuevamente, con lo poco que puede hacer la figura del Concejal. Y los ediles ni hablar a lo que nos han reducido y a la poca gestión que se puede realizar.
Pensemos que, aunque la premisa de que, aunque es cierto que necesitamos mejores Concejales y Ediles, y que la ciudadanía también tiene que cambiar sus hábitos y comportamientos para vivir mejor, estos no son responsables del futuro de la ciudad. Si no escogemos una buena Alcaldía, que realmente le duela la ciudad, sus ciudadanos y su infraestructura, Bogotá seguirá en declive y nosotros culpando a los culpables incorrectos.