Le tocó ir a Héctor Olimpo a la Mojana y reconocer la catástrofe, -miente como siempre- haciéndose el recién enterado. Desde el 17 de mayo de 2022 advertí con vídeos, lo que se avecinaba para la región, que ya causaba estragos; pero no, el mandatario departamental de Sucre se hizo el ciego, sordo y mudo. Prefería las ferias y los negocios de bolsillo, antes que atender esta tragedia de gran magnitud. Por fin fue a la zona, presionado por las denuncias y el registro en medios de comunicación.
Se presentó a la región con las manos vacías y una sarta de promesas que no esperan cumplimiento. Habló de siete mil millones de pesos asignados por el Estado en mercados para mitigar el hambre, que no son de recibo inmediato. Ojo hay que cuidar esos recursos, no sea que se pierdan.
Llegó tarde a la región Héctor Olimpo. Fue chiflado, recriminado duramente por los damnificados que le restregaron su negligencia comprobada, lo cual puede admitir una demanda internacional, ante someter al sufrimiento a niños y toda la población en tragedia de manera injustificada.
Habla hoy el ente departamental de 35 mil damnificados, para los cuales no se preparó, aún ante las evidencias, porque pretendió pasar de agache a la espera del Conpes 4076 que asigna la suma de 2,5 billones de pesos supuestamente para solucionar de una vez por todo el drama de la inundación mojanera, pero semejante inversión no se puede dejar a las anchas panchas de Héctor Olimpo. Ello depende del presidente electo, Gustavo Petro, quien queda avisado del inminente peligro de robo si dejan que el Lord de Sincé le meta la mano al asunto y termine todo “llevándoselo el río”.
Con su cinismo, hasta por eso, puede que haya decidido moverse Héctor en lo de esta tragedia. La Mojana se ha convertido en el botín de muchos mandatarios, para muestra el documento de la UNGRD (anexo) firmado por el secretario general Fernando Carvajal, que se refiere al gasto de más de 74 mil millones de pesos en maquinaria amarilla, tirados al rio y que seguramente fueron a parar a cuentas particulares, porque la solución nunca llegó.
Espera La Mojana comida, salud, tablas, colchonetas, frazadas, pero ¡ya! Los niños mojaneros no aguantan más decidía y atropello. Eres un fracaso Héctor Olimpo, una vergüenza para Sucre, muy a pesar que te ufanes de tú habilidad de “negociante” y de nadar en dinero, producto de la desesperanza, tristeza y muerte de todo un pueblo, pero cuando cierras los ojos en la intimidad de tú soledad, no hay show, luces y bengalas que lo puedan cubrir; se llama conciencia.