Chinulito tiene historia de alegría, producción, comercio de ñame y aguacate. También tiene un capitulo de terror, sangre, desplazamiento y muerte. Me duele, y mi afecto por ese corregimiento de Colosó, Sucre es grande. Fue un pueblo fantasma y ayudé a su retorno echándome su problema al hombro y creando enemigos. Hoy Chinulito es casi nuevamente un pueblo fantasma y económicamente quebrado ¡Que dolor! La tristeza y desesperanza es evidente.
La soledad de la carretera de la glorieta de San Onofre a Chinulito y hasta Toluviejo (Sucre) es de terror; no se ve un alma ¿Por qué? Por el lamentable estado de la vía, que los revictimiza con la violencia ejercida por quienes hoy ejercen el poder departamental, «disparándoles» con la indiferencia a la cuál seguro hace alusión el eslogan «Sucre diferente». También para Chinulito si que ha sido diferente.
Una solitaria maquina paralizada hace nueve meses, manifiestan los habitantes de Chinulito, es la que habla de los «trabajos adelantados», que después de esta columna la sinvergüenzura de quien se ostenta de primer mandatario sucreño encenderá con tres mil pesos de ACPM, se tomará una foto y video en «pleno» funcionamiento «arreglando» la carretera. Hablará de asignaciones presupuestales y todo bien, todo bien, mientras la gente de la Mojana se inunda en las aguas y la de Chinulito en la misma decidia departamental.
Los hechos y la comunidad hablan por si solos. Lo que muchos ayudamos a construir, la gobernación de hoy en Sucre lo destruye sin misericordia y al final presenta como un gran triunfo cualquier obra de teatro que la bandidez sin escrúpulos les permite montar.
La soledad de la carretera Toluviejo – San Onofre da tanto miedo como su mal estado. «En una hora uno se hacía hasta trescientos mil pesos y hoy nada, no pasa nadie» dice con mucha tristeza un vendedor de la zona.
¿Qué es lo que le importa a Sucre Diferente? ¿Cómo están sus cuentas personales y la de su circulo? ¿Cuál es el interés de «asesinar» nuevamente a Chinulito»? ¿Sigue siendo más importante Emilio Tapias al punto de hacerle antesala quien ejerce de gobernador en Sucre cómo lo señaló el diario El Tiempo?
Catorce mil pesos se paga de peaje en San Onofre, ocho mil novecientos pesos en el de Toluviejo y Chinulito sumido en la inmunda inundación del olvido. La falta de quien bien gobierne a Sucre, más allá de robárselo, produce incalculable sentimiento de indignación por dónde quiera que se meta la cabeza. ¡Puercos! Y disculpe el animal por ofenderle.