Al departamento de Sucre hay que reconstruirlo porque solo escombros es lo que deja la estela de desaciertos a través de los años.
Existen unos ejes fundamentales de construcción que son, confianza ciudadana, seguridad, empleo, salud, educación, servicios públicos, recreación y deporte, vías, turismo, cultura y lucha contra la corrupción.
Son 10.917 km2 de extensión del departamento, cinco hermosas subregiones, con 952.457 habitantes. Desde Libertad ( San Onofre) uno de los puntos más extremos al norte y Gavaldá (Guaranda) al sur, pasando por Berlín en San Onofre, las Pitas en Tolú, La Chivera y Las Majaguas en Sincelejo, La Guaripa en Sucre, Güira en Majagual, Gavaldá en Guaranda, El Limón y Santiago en San Benito, Las Flores en San Marcos, Chinulito en Colosó, en fin he recorrido todos los municipios de Sucre, muchos de sus corregimientos y veredas, donde la cotidianeidad con la gente me enseñó a conocer la verdad de sus necesidades; todos tienen su huella del olvido. Tan es así que Guaranda presenta un 98% de pobreza rural.
Sucre con sus Necesidades Básicas Insatisfechas en el 28.98% muy por encima del 14.13% del promedio nacional, nos dice que necesita reconstruirse con urgencia. Rescatar la confianza perdida, siendo el primer paso hacer las cosas bien, aunado con afianzar la cultura ciudadana dónde el sucreño ame su tierra, se respete desde un semáforo hasta la vida.
Volver a sentarnos en las terrazas de nuestras casas es posible, para ello hay que garantizar la seguridad. Que el sucreño se sienta seguro en su tierra, acompañado por su fuerza pública firme y amigable.
Con una tasa de desempleo -maquillada por la informalidad- del 9.1% que nos lleva a una inseguridad alimentaria del 73.9% – aterradora cifra- que refleja la realidad que muchos pasan el día sin comer y otro tanto con una sola comida, nos conduce a crear fuentes de empleo dónde la manufactura del calzado y el turismo que se debe internacionalizar, así como ser Sucre paraíso de los pensionados del mundo, son renglones a construir de manera planeada e inminente, impulsando la economía sucreña.
El departamento de Sucre tiene una mortalidad infantil del 15.32 por cada mil nacimientos, esto y otras debilidades dicen que hay que construir el fortalecimiento de la red pública de salud, no privatizarla, Que cada corregimiento tenga mínimo un médico y lo básico para atender pacientes. No es un imposible y se traduce en oportunidad, reducción de costos al sistema.
Los niños y jóvenes en Sucre tienen que estar estudiando, porque en la educación está la clave de reducir la brecha de la desigualdad, acabar con la miseria y pobreza. La universidad de Sucre debe despolitizarse y descentralizarse, haciendo presencia junto con el SENA en todo el territorio sucreño, lo que traduce la construcción de oportunidades.
Servicios públicos eficientes y al alcance de todos, así como las vías, recreación, deporte y cultura son piedra angular en la construcción de Sucre, por ello propongo una inversión seria, vigilada y responsable. Las vías son las arterias que llevan la «sangre » que da vida a la economía de Sucre. Hoy son una vergüenza. El día que Tomala tenga una excelente vía para sacar su producción de arroz, entramos a consolidar la construcción de un Sucre de ensueño. La Mojana y el San Jorge pasan de ser cenicienta a polo de desarrollo. Los recursos provendrán de inversiones internacionales -no limosnas- propios y del gobierno central.
La corrupción no puede seguir siendo vista como normal y aplaudida, por una sociedad arrodillada. Las entidades estatales no tienen porque ser predios personales y fuente de riquezas particulares, sino de servicio, desde ellas construir el rescate de la dignidad de la gente, donde los valores no estén invertidos, llamando a los buenos malos y a los malos buenos. Sucre para todos, pero sin lugar a dudas primero para los sucreños.
Mi nombre es Gustavo Montes Fernández, te invito a soñar por Sucre, a que volvamos esos sueños realidad y construyamos juntos un departamento de ensueño. Es posible.