El Gobierno de Perú señaló en las últimas horas que los disturbios registrados en las recientes manifestaciones en ese país, responden a una acción «concertada y planificada» para privilegiar determinados intereses políticos y «chantajear» al Ejecutivo.
Así lo ha asegurado en una rueda de prensa el ministro del Interior, Vicente Romero, quien asegura que se está pretendiendo «chantajear» al Gobierno de Perú mediante la violencia.
«Existe una acción debidamente concertada y planificada que obedece a intereses políticos, principalmente», ha indicado Romero, asegurando que los manifestantes buscan aumentar el número de víctimas mortales. Para el titular de la cartera de Interior, los ataques a sedes de diversas instituciones «evidencian que se quiere desatar el caos».
En total, desde el inicio de las protestas, el pasado 7 de diciembre, la Policía Nacional del Perú ha detenido a 378 personas por causar disturbios, según Romero.
Durante la jornada del viernes han sido trasladados desde el departamento de Puno a centros médicos cuatro agentes de la Policía después de que hayan resultado heridos en enfrentamientos contra manifestantes, según la citada agencia.
Además, el ministro ha informado de que hay al menos 3.700 manifestantes distribuidos en distintos de la ciudad, participando en la denominada «Toma de Lima». Además, ha elogiado a las fuerzas de seguridad, quienes, según él, habrían tenido una actuación «muy profesional a pesar de la situación, que es muy compleja».