Dejar un patrimonio bruto que pasa de los 2.000 millones de euros nos pone a pensar si verdaderamente podemos entrar en el cuento del “cacho corrido”, del desamor, o «…No fue culpa tuya, ni tampoco mía, fue culpa de la monotonía…”. Tema candeloso para los neófitos en la materia que estamos en otro planeta acostumbrados a los vaivenes de la política y la economía.
Sin embargo algo hay en “el canto de la cabuya” que nos dice que no solo es el amor que se diluyó con tanto dinero en caja, casas fincas, aviones privados, mansiones, yates, las tres del día con caviar y champaña sin problema, viviendo sabroso, sino lo que encierra un pronunciamiento de esta naturaleza para el sector financiero.
La canción «las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan» que se reproduce como verdolaga en Youtube, producida en los estudios de Spotify, unido al productor argentino Gonzalo Julián Conde, conocido en el mudo artístico como Bizarrap y SonyMusicLatin, tiene ganancias que superan más de 300 millones de dólares, cifra descomunal para una tragicomedia de “jugar al amor a las escondidas”.
En Colombia, la Corte Constitucional acaba de fallar en contra de las personas que publican intimidades en las redes sociales y señala que la infidelidad no justifica difundir asuntos íntimos producto de la rabia y el enojo, que por supuesto, desprotegen el derecho a la intimidad y al buen nombre, aun cuando las rabias viscerales de las partes consideren que no hay el tal buen nombre, al considerar que la unión matrimonial les da derecho de apropiarse de todo lo de su pareja, inclusive alegando el derecho insólito a la libertad de expresión.
Es tan preocupante dicha situación cuando el 80% de la población mundial están inmersas en los desarrollos tecnológicos, donde podrán efectuar un sinnúmero de cambios en los contenidos o imágenes producto precisamente de las telecomunicaciones, la automatización, la electrónica, la computación y la robótica, sin importar el pronunciamiento en 1968 de las Naciones Unidas, con relación a los peligros que se están generado con las nuevas tecnologías desconociendo la protección de los derechos fundamentales.
Las cifras en dólares que se pagan en diferentes partes del mundo por castigar comportamientos imprudentes, negligentes o escandalosos por daños punitivos en el ser humano son cada día mayor. Muchas personas se creen con el derecho de publicar lo que se le venga en gana sin mirar las consecuencias y más cuando están en juego varias variables como son el patriarcado, el matriarcado y el mercadeo que son parte del mismo Tutti Fruti costeño-español.
Dicen los sexólogos especialistas en el tema que hay variedad y exponentes para el dominio machista-feminista, el macho ALFA es el más cotizado por ser un potentado económico, con poder político y buen parlanchín, metrosexual en potencia, en su orden, los machos BETA es decir, los segundones del barco, que a pesar de su amabilidad siempre miran con recelo a los ALFA y terminan siendo hipocondríacos y neuróticos, y en el último escalón están los OMEGA, los que hacen los mandados, sacan la basura, ponen las cuentas a nombre de la dama de hierro y no manejan las tarjetas débito o crédito, sacan a pasear el perrito y aceptan ser los más bajos dentro de la jerarquía machista del siglo presente y futuro.
Lo que no contábamos era que en el sector femenino también encontramos ilustres damas ALFA, BETA y OMEGA, donde las ALFA se caracterizan por su independencia, arrogancia, valentía y fuertes en el mundo social y económico, no se dejan echar vainas de los machos ALFA y normalmente buscan machos OMEGA y BETA para vivir sabroso, saben lo que quieren, persistentes y ambiciosas, se apoyan entre ellas y aprenden de los errores de ellas y de los machos ALFA, sin que las estén direccionando para la toma de decisiones
Es tan indignante el contrapunteo en las redes sociales de los entuertos de matriarcas polleronas de alto turmequé, que no tienen preocupación para estar en el roster de la vice Márquez para vivir sabroso, cuando se tiran de las enaguas y sostenes para denigrar la una del Cerro Montazo Grande de Monserrat en España y la otra del Caño de la Auyama de Ripoll en Quilla la bella, todo por el cuido de los intereses de la tragicomedia-cachohondo-económico-bursátil, que se aprovecharon de la inocencia de los internautas en las redes, cuando están generando odios a costa de estar reportando dividendos para ellos y sus vástagos, cuando en su décima generación genealógica no alcanzaran a consumir lo que se están atragantando hoy en dinero.
Los que andan en Twingos y ven las horas en Casios, quedaron en no saber cómo el mundo económico los estará encasillando, y muchos o muchas buscando la formula predilecta para lanzar trinos de dolor en búsqueda de emolumentos económicos, contra sus impertinentes y desaforadas sexualmente parejas, sin importar el núcleo familiar y mucho menos cundo el machismo y el feminismo se combinan con los cachos y la chismografía para hacer de sus tragicomedias un mundo lleno de dólares sin importar lo poco que les queda de dignidad.
Estamos caminando hoy en día en las redes de usuarios llegando a victimarios y no sabemos en donde encasillarnos, creemos que vamos para el eslabón de macho OMEGA para los caballeros y mujer ALFA para las damas. ¿Y usted donde se cree estar…?