El gobierno actual del presidente Petro tiene como objetivo desarrollar lo que ha llamado los Pactos Transversales para obtener el Desarrollo Productivo, algo así como la unión de todas las variables buenas o males que aquejan a una sociedad. UnA de sus principales aristas es El Pacto por la Sostenibilidad, “producir conservando y conservar produciendo”, un palabrerío al estilo del famoso juglar Eliseo Herrera (Cartagena, 1925-Cartagena, 2016) quien permanece para la historia como el “El rey de los trabalenguas”
Quien no recuerda y ha parrandeado los trabalenguas de Eliseo con las interpretaciones de orquestas y conjuntos nacionales e internacionales, tales como: Culebra cascabel; Tamborito de carnaval; Tres tristes tigres; La adivinanza; La matica de mafafa; Tingo al tango; El pájaro picón picón; La yerbita; La burrita; La bonga; El vampiro y muchas más que afortunadamente hacen parte de nuestra riqueza cultural.
Ahora el trabalenguas de los Pactos Transversales se ha convertido en una jerga burocrática, donde el Gobierno intenta unir con cantos celestiales diferentes concepciones políticas con variables macroeconómicas, a fin de cumplir con su programa que incluye, la paz, pactos alrededor de la economía popular y circular, el desarrollo del campo, la cultura, el arte, deporte, la industria, el turismo, el trabajo digno y estable, créditos blandos y democráticos, que sirvan de soporte a fin de que el pacto por la productividad “para una economía de la vida” sea una realidad y nos sirva para la búsqueda de la igualdad en nuestra sociedad para ser una “potencia mundial de la vida”.
Muchas han sido los trabalenguas, las salidas en falso y contradicciones de altos funcionarios por declaraciones que pueden tener diferentes razones, Primero, son producto tal vez de sus inexperiencias, falta de conocimiento o de coordinación en temas de Estado, Segundo, los nombramientos son producto del amiguismo, el compadrazgo y los compromisos de antaño, Tercero algunos de ellos vienen de la administración de la alcaldía de Petro, y Cuarto, muchos de esos nombramientos han tenido el sello de la primera dama.
Para ello, es necesario que el Gobierno deba atemperar su nómina, que mirándola objetivamente, es una filosofía o fiel copia de gobiernos anteriores, donde el amiguismo, el compadrazgo y los compromisos de antaño han nublado u opacado la puesta en marcha de lo que el gobierno desea.
El famoso link petro.presidencia.gov.co, que se creía la panacea para que cualquier colombiano que “quisiera colaborar con el Gobierno” enviase su hoja de vida, colapsó y los documentos de los ilusos Colombianos que creían en tanta bondad de Estado, incluyendo los del turmequé del Pacto Histórico que con justa razón enviaron sus hojas de vida, duermen en los anaqueles de la ignominia, a la vieja ultranza politiquera, cuando la realidad es que en nuestro país, sobran los excelentes y buenos profesionales desocupados con impresionantes hojas de vida, mucho mejores que las de los susodichos que están en la burocracia viviendo sabroso.
Y para muestra “muchos botones”, en los cien días de mandato de Petro se cayó el nombramiento de la ministra de Tecnologías de la Información y Comunicaciones Mery Gutiérrez por un conflicto de intereses, La ministra de Minas y Energía, Irene Vélez va de embarrada en embarrada, siendo la más grave cuando generó el pánico económico, al vociferar sin una explicación contundente, que las empresas deberían “comenzar a decrecer en sus modelos económicos”, el susodicho y polémico ministro de Transporte Guillermo Reyes que en varias oportunidades a tenido que rectificar sus palabras con relación a la apertura de las fronteras Colombo-Venezolanas.
Dicha situación ha derivado en una persección de falta de sindéresis en la gobernabilidad, cuando las encuestas, que de por sí no son muy creíbles, le dan un porcentaje del 50% de des-favorabilidad y un 39% de favorabilidad. Colombia sabe que traemos un lastre más de más de 40 años en todas las aristas de las encuestas, con temas muy concretos tales como en el manejo del país, la seguridad, la situación económica, de Minas y Energía, de Agricultura, Educación, y todo lo referente a la tan anhelada Paz.
Si comparamos dichas cifras con la de los últimos presidentes, a Petro le va mejor, ya que de por sí, todos ellos son temas delicados que han creado incertidumbre principalmente por los intereses personales y empresariales relativos a la inversión privada interna y externa, que degeneran en los vaivenes del Dólar, el empleo, y pensar que desafortunadamente la situación tienda a empeorar cuando las mismas organizaciones internacionales como la OCDE, el FMI, El Banco Mundial, pronostican para Colombia y el mundo peores vientos con un irrisorio crecimiento del 1,2% en el 2023 y del 1,7% para el 2024, situación difícil que no ha sido producto del actual gobierno.
Para intentar controlar las contradicciones en la información, se optó por dejar la responsabilidad de tener un solo portavoz que recayó en el ministro del Interior, Alfonso Prada.
Lo hemos expresado en los gobiernos del expediente Uribe y Duque, si a ellos les va mal a los colombianos también. En consecuencia, la misma tautología para el presidente Petro.