El presidente de Colombia, Gustavo Petro Urrego, emitió un fuerte ultimátum al grupo ilegal Clan del Golfo activo en la región de Nordeste de Antioquia. En medio de una crisis de seguridad desencadenada por los ilegales, que ha dejado a 800 civiles confinados y cuatro militares muertos en el municipio de Segovia, el Jefe de Estado advirtió al grupo que solo tiene dos opciones: someterse o enfrentar la destrucción por la fuerza del Estado.
Petro, quien se encuentra en la Conferencia de Seguridad en Múnich, Alemania, declaró que la violencia reciente es una reacción a la exitosa lucha del Gobierno contra actividades ilícitas como la minería ilegal y el narcotráfico. Destacó la eficacia de las medidas tomadas para desarticular estas organizaciones, señalando que la respuesta violenta del Clan del Golfo es un indicador de la efectividad de dichas acciones gubernamentales.
El mandatario dejó claro que no hay espacio para negociaciones en este momento con el grupo armado. «Nosotros vamos a responder. Si no son capaces de desmantelar a sus grupos, como hemos solicitado, simplemente serán destruidos por el Estado», enfatizó Petro.
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La confrontación armada ha dejado a 800 civiles confinados en las veredas El Aguacate, Alto de Manila y Las Manuelas. La administración municipal ha enfrentado dificultades para prestar ayuda humanitaria debido a las amenazas recibidas. Simultáneamente al ultimátum del presidente, el Estado Mayor del Clan del Golfo emitió un comunicado en el que argumentaron que su presencia en el territorio tiene como objetivo enfrentar a guerrillas y acusaron al presidente Petro de «beneficiar» a los subversivos.
Desde el Ministerio de Defensa, se ha ordenado a las fuerzas militares llevar a cabo una «ofensiva total» contra los irregulares del Clan del Golfo en el Nordeste de Antioquia. La situación en Segovia permanece tensa, con el gobierno comprometido en poner fin a la amenaza que representa este grupo ilegal para la seguridad y la estabilidad de la región.