En los últimos años, Cartagena de Indias, joya turística de Colombia, ha visto empañada su reputación por una serie de abusos y peligros que enfrentan los visitantes en sus calles. Desde vendedores ambulantes, carperos, hasta taxistas, pasando por masajistas y restauranteros, los turistas han sido blanco de prácticas inescrupulosas que van desde acoso, cobros exorbitantes hasta situaciones de riesgo para su integridad.
El más reciente caso que ha causado indignación fue el de un vendedor de mangos que, aprovechándose de la ingenuidad o la urgencia de los turistas, cobró la exorbitante suma de 100 mil pesos por apenas cuatro mangos con sal. Una práctica que roza la estafa y que pone en evidencia la falta de regulación en el sector informal de ventas callejeras.
Pero este no es un caso aislado. días atrás dos turistas fueron víctimas de un excesivo cobro por parte de un conductor de INdriver, quien les cobró la desmesurada cifra de 500 mil pesos por un trayecto desde el aeropuerto Rafael Núñez hasta el centro histórico de la ciudad. Una muestra más de cómo algunos aprovechan la falta de información o la vulnerabilidad de los visitantes para sacar provecho económico.
Sin embargo, el problema va más allá de los abusos económicos. Turistas han reportado casos de robos, atracos e incluso asesinatos en las calles de Cartagena. Lo que debería ser un viaje de placer se convierte en una experiencia marcada por el miedo y la inseguridad.
Ante esta situación, es urgente que las autoridades tomen medidas con sanciones severas para proteger a los visitantes y garantizarles una estancia segura y placentera en la Ciudad Heroica. La falta de regulación y control en sectores como el transporte informal y la venta ambulante solo contribuye a empeorar la situación y a dañar la imagen de un destino turístico de renombre internacional.
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Es hora de actuar antes de que la reputación de Cartagena de Indias como destino turístico se vea irremediablemente afectada por la voracidad de unos pocos y la indiferencia de muchos. Los turistas merecen disfrutar de todo lo que esta hermosa ciudad tiene para ofrecer sin temor a ser víctimas de abusos o delitos.