Desde el inicio de este año, Cartagena de Indias ha sido testigo de una escalada preocupante de violencia y delincuencia, con un total de 106 homicidios registrados hasta la fecha. De estos, el 80% se atribuye a actos sicariales, mientras que el restante esta relacionado con riñas y circunstancias por determinar.
La situación ha alcanzado niveles críticos, como lo demuestran los 9 homicidios ocurridos solo en los primeros dos días de esta semana, así como el cinematográfico atraco perpetrado en una joyería en pleno Centro Histórico de la ciudad.
El abogado y veedor ciudadano, Alcides Arrieta, ha expresado con firmeza su preocupación ante la falta de acciones de las autoridades locales, especialmente del alcalde Dumek Turbay. Arrieta señala que «el alcalde parece estar más preocupado por proyectos de pavimentación y otras obras públicas que por abordar de manera efectiva el creciente problema de la inseguridad en la ciudad».
El abogado destaca la necesidad de una respuesta integral y coordinada por parte de las autoridades, que vaya más allá de simplemente implementar medidas policiales. Hace hincapié en la importancia de la colaboración entre el gobierno local, la Fuerza Pública, las Ramas del poder Judicial y el Gobierno Nacional para abordar las raíces profundas de la delincuencia y proteger la vida y los bienes de los ciudadanos.
La Veeduría de Seguridad, bajo la administración anterior, ha estado haciendo recomendaciones y presentó incluso una acción de tutela contra la Presidencia de la República para declarar el estado de conmoción interior en Cartagena, con el fin de tomar medidas extraordinarias para combatir la delincuencia. Sin embargo, según Arrieta, estas medidas no han sido suficientes y el plan de seguridad actual, conocido como “Titán 24”, está colapsando bajo la presión de la delincuencia desenfrenada.
Arrieta, hace un llamado urgente al alcalde Turbay para que priorice la seguridad ciudadana sobre otros asuntos administrativos, y para que colabore estrechamente con el gobierno nacional para encontrar soluciones efectivas a esta crisis. Mientras tanto, advierte que la falta de acción continuada del alcalde solo agranda el «hueco de la inseguridad» en Cartagena, poniendo en peligro la vida y el bienestar de sus habitantes.