Una escena de pánico y confusión se vivió al mediodía del domingo 15 de junio en la vía del Bosque en Cartagena de Indias, cuando un bus de «servicio escolar» impactó brutalmente con su espejo retrovisor uno de los costados de un bus de Transcaribe que cubre la ruta X105, dejando a una joven de nombre María Isabel con una herida abierta en la cabeza, otra en el brazo derecho y el rostro cubierto de sangre.
El accidente ocurrió a plena luz del día, en el sector de la báscula, y provocó momentos de verdadero pánico entre los pasajeros, que gritaron al ver cómo el vidrio de la ventana explotaba y el rostro de la víctima quedaba ensangrentado. El vehículo implicado, un bus blanco de placas LJO 864, con una calcomanía que lo identificaba como de «servicio escolar».
«Fue aterrador. Medio bus quedó lleno de sangre», narró una testigo. La víctima, que iba pegada a la ventana derecha, recibió de lleno el impacto del espejo, el cual destruyó el vidrio y le causó una herida de más de una pulgada en la parte superior del rostro, justo donde comienza el cabello. Además, sufrió una profunda lesión en el brazo derecho. Perdió el conocimiento mientras era sacada del vehículo, en medio de la angustia generalizada.
Otra joven, identificada como Maríajose, iba justo al lado de la víctima pero en la silla del pasillo. “Si yo hubiese estado pegada a la ventana, me habría pasado lo mismo”, relató. Aunque no resultó herida, recibió salpicaduras de vidrios y sangre.
La escena dentro del alimentador fue caótica: gritos, confusión, sangre por doquier y usuarios tratando de auxiliar a la víctima. Personal médico llegó minutos después y trasladó a la joven a un centro asistencial, donde permanece bajo estricta observación.
Este hecho, que por poco termina en tragedia, reaviva la preocupación por la seguridad en los corredores compartidos entre Transcaribe y vehículos de transporte especial, muchos de los cuales transitan a alta velocidad sin las mínimas precauciones. Las autoridades de tránsito ya iniciaron una investigación para determinar las responsabilidades.
Cartagena exige respuestas. ¿Quién responde por esta imprudencia que casi le cuesta la vida a una joven? ¿Hasta cuándo los usuarios del sistema masivo tendrán que arriesgar su integridad por la negligencia de terceros?