El Carmen de Bolívar podría convertirse en el epicentro educativo del norte del departamento. La Gobernación ya garantizó el 50% de los recursos y pide celeridad al Gobierno Nacional para dar luz verde al proyecto.
Con tono firme y apelando al compromiso presidencial, el gobernador de Bolívar, Yamil Arana Padauí, volvió a poner sobre la mesa un proyecto que podría transformar la vida de miles de jóvenes del centro y norte del departamento: la Universidad Montemariana.
Desde su cuenta en la red social X (antes Twitter), el mandatario lanzó un mensaje directo al presidente Gustavo Petro: “Presidente @petrogustavo, hoy volvemos a radicar la Universidad Montemariana en el @Mineducacion. La Gobernación dispondrá de la mitad de los recursos y, por instrucción suya, @JulianRMolinaG y @DanielRMed la otra mitad. Solo nos falta el aval”.
La nueva institución de educación superior está proyectada para construirse en El Carmen de Bolívar, en pleno corazón de los Montes de María, una subregión históricamente golpeada por la violencia, pero rica en cultura, resiliencia y juventud con ganas de salir adelante.
Este no es un llamado aislado. Ya el pasado 30 de mayo, durante una sesión del Consejo Superior de la Universidad de Cartagena, Arana Padauí había solicitado formalmente el aval técnico para hacer realidad la universidad, cuyo diseño y planificación han sido liderados por esa misma institución académica.
“Han sido cinco mesas de trabajo, tres cargues de proyectos y un diseño formulado por esta universidad, una de las más prestigiosas del país, especialmente en ingeniería, y aún no logramos concertar con el Ministerio”, manifestó el gobernador en esa oportunidad.
La Gobernación de Bolívar ha cumplido: el 50% de los recursos están garantizados y el resto, según Arana, ya cuenta con el respaldo del Ministerio, por instrucción presidencial. Solo resta el visto bueno técnico que permita comenzar la ejecución de la obra.
La Universidad Montemariana no es un simple edificio. Es una promesa de futuro para cientos de jóvenes de municipios como El Carmen, San Juan Nepomuceno, Zambrano, María La Baja y otros, que hoy deben migrar a Cartagena o incluso abandonar sus sueños por falta de acceso a la educación superior.
“La viabilidad técnica es el último paso para cumplir el sueño de una comunidad históricamente golpeada por el conflicto”, insistió Arana.
Con esta iniciativa, la Gobernación reafirma su apuesta por la reparación territorial a través de la educación, y envía un mensaje de urgencia al Gobierno Nacional: no hay tiempo que perder.
Porque en los Montes de María, donde alguna vez retumbaron fusiles, hoy los jóvenes piden a gritos aulas, laboratorios y bibliotecas. Solo falta el aval.