Una escena desgarradora sacudió al corregimiento Palo Alto, en zona rural de San Onofre (Sucre), la noche del domingo cuando, en pleno Día del Padre, una celebración terminó convertida en una tragedia familiar sin precedentes: un hijo le quitó la vida a su propio progenitor con arma blanca.
La víctima fue identificada como Eusebio Castro Barrios, mientras que el presunto agresor es su hijo, Fabián Castro Julio, un joven de la comunidad que, según versiones preliminares, padece de trastornos psiquiátricos no tratados. La tragedia habría ocurrido tras un episodio de crisis mental, aunque otras versiones apuntan a una discusión familiar que se salió de control.
Los gritos alertaron a vecinos que corrieron a socorrer, pero ya era demasiado tarde. Eusebio, conocido por ser un hombre trabajador y querido en su comunidad, falleció antes de poder recibir atención médica.
El agresor fue capturado por la Policía Nacional, que lo mantiene bajo custodia mientras avanzan las investigaciones judiciales. Las autoridades no descartan ninguna hipótesis y adelantan las respectivas diligencias con el acompañamiento de la Fiscalía.
La comunidad permanece conmocionada. “Nunca imaginamos algo así. Es una tragedia que marca este corregimiento para siempre”, dijo un vecino que prefirió no identificarse.
En un día donde el amor y el respeto hacia los padres debía ser el protagonista, esta familia vivió su peor pesadilla. Un acto de dolor extremo que vuelve a poner sobre la mesa la necesidad urgente de implementar programas de salud mental comunitaria, especialmente en zonas donde los recursos y la presencia institucional son escasos o inexistentes.