En una de las diagonales de la Plaza Fernández Madrid en la emblemática y encantadora Cartagena de Indias, está ubicada La Iglesia de Santo Toribio y Mogrovejo cuya construcción se inició en 1666, y llevó como nombre Santo Tomás de Villanueva.
La construcción, que había sido comenzada por Antonio Sanz Lozano, quedó paralizada en sus inicios, hasta que Don Gregorio de Molledo y Clarque descubrió los trazos de esta iglesia y considerando la necesidad de un templo, reanudó la obra sobre las viejas bases.
Durante la colonia, esta iglesia conservaba muy bellas imágenes antiguas, fue muy cotizada por la aristocracia cartagenera.
En el templo se encuentra una bala en una urna con un vidrio. Se trata de la bala que fue lanzada durante el ataque de Vemón al interior del templo en el mismo momento cuando se celebraba la misa del 27 de Abril de 1742, día de Santo Toribio Alonso de Mogrovejo.
Lo más curioso fue que la bala cayó en medio de los asistentes y no causó heridos ni daños. Este hecho se consideró como un acto divino, razón por la cual la iglesia lleva el nombre de Santo Toribio de Mogrovejo y la bala se conserva como memoria de la misericordia de Dios.
Aunque de pequeña proporciones, es acogedora y bella en su interior, donde se destaca el hermoso trabajo artesanal del altar mayor, tallado en laca negra y recubierta en lámina de oro. Fue la última iglesia en levantarse durante la época colonial. Su obra se debe al obispo de la ciudad, Don Gregorio de Molledo y Clarque.
La carpintería cartagenera está presente en las dos puertas que dan acceso a la sacristía. En ésta también resaltan las dos artísticas pilas de agua bendita y el lavamanos, piezas de alabastro primorosamente labradas, al estilo renacimiento sevillano.
En su interior también pueden apreciarse algunas pinturas murales, que sobrevivieron a la cubierta de cal; y el altar mayor de estilo barroco, restaurado a fines del siglo XIX y redorado el año de 1953 por el maestro Emiliano Luque García.
La construcción de esta iglesia se inició cuando era gobernador de Cartagena Don Benito de Figueroa y Barrantes. La obra, que había sido comenzada por Antonio Sanz Lozano, quedó paralizada en la fase de los cimientos, hasta que Don Gregorio de Molledo y Clarque descubrió los vestigios y considerando la necesidad del templo reanudó la obra sobre parte de los viejos basamentos.
La Plaza Fernández de Madrid de la que hablamos al comienzo presenta muchas opciones para estar en familia, comer y divertirse con su pareja de una forma romántica e inolvidable.
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El acogedor sitio está en una de las esquinas de la Plaza, desde donde usted puede apreciar la maravillosa iglesia Santo Toribio de Mogrovejo la cual exhibe una arquitectura religiosa que data de 1666, y que hoy es uno de los templos más cotizados por el jet- set nacional e internacional para contraer matrimonio.