Recientemente, se reveló que un secretario del despacho del alcalde de Sincelejo fue víctima de un atraco a mano armada. Aunque este tipo de incidentes es común para los habitantes de la ciudad, lo sorprendente fue el manejo hermético de la noticia, que terminó circulando como un rumor.
Hoy, un medio de comunicación confirmó el hecho y reveló que la víctima fue Mauricio Martínez Hernández, secretario de Cultura de Sincelejo. Según la información, los ladrones le robaron una considerable suma de dinero, una cadena de oro y un celular.
Algunos periodistas que se atreven a criticar a la administración municipal reprochan el intento de ocultar esta información a la ciudadanía. La preocupación es que esto se haya hecho para mantener la ilusión de que Sincelejo es la ciudad más segura de Colombia. Este relato poco creíble se suma a la idea de que el alcalde Yhair Acuña, en solo seis meses de mandato, es ya el mejor alcalde de la ciudad, a pesar de la falta de una gestión eficiente y la reciente llegada de un equipo de fútbol del interior del país, que parece ser un intento de desviar la atención de los verdaderos problemas.
La situación es alarmante para una ciudad con alta pobreza, informalidad y necesidades insatisfechas, donde los impuestos y prediales agobian a los ciudadanos. Durante una reunión con Abel Vergara Olmos, Personero de la ciudad, le informé sobre los graves señalamientos del presidente Gustavo Petro contra el alcalde, quien es acusado de reducir los índices de homicidio a través de «La Paz Delincuencial» — un acuerdo con delincuentes para evitar homicidios. Además, el ministro de Defensa denunció una posible reparamilitarización y un fallido contrato de seguridad por más de 25 mil millones de pesos.
Ante estas acusaciones, considero que se requiere una investigación por parte de la Personería Municipal, la Contraloría, la Procuraduría General de la Nación, la Fiscalía y la Corte Suprema de Justicia. Si no se actúa, interpondré la denuncia correspondiente, y ya he comenzado a notificar verbalmente al personero.
Adenda: Hoy se informó que tras revisar los parques de la ciudad, no se encontraron los vigilantes que nos cuestan más de 25 millones de pesos.
Adenda: Se dice que con la llegada de las «Águilas Doradas» — un equipo de fútbol que ni siquiera es costeño —, las pandillas locales podrían enfrentarse entre sí, y los atracadores podrían aumentar su actividad, como los que robaron más de 100 millones de pesos en la sede de Big Cola en la ciudad más segura de Colombia.



