No conocía a Jaime de la Ossa, al menos no había conversado con él hasta que fue rector de la Universidad de Sucre. Tengo que ser sincero, no lo he tenido en mal concepto; incluso su fisonomía concuerda con lo académico. Supe de sus ansias de ser rector de Unisucre, lo cual logró por dos periodos consecutivos. Creo que no lo hizo excelente, pero tampoco ha sido lo peor. Aclaro que no conozco su gestión a fondo.
Ante esto, me extrañó la denuncia del columnista Manuel Medrano, quien dice textualmente:
«En el pasado, un personaje ajeno a la universidad logró manipular al Consejo Superior con la estrategia de postularse a la rectoría para influir en la elección. Gracias a su maniobra, consiguió que su voto fuera clave en la designación del nuevo rector, quien quedó comprometido con sus intereses. Como parte del acuerdo, este individuo exigió el 70% de la burocracia universitaria y estableció el compromiso de ser el próximo rector o, en su defecto, recibir apoyo para una futura candidatura a la Cámara de Representantes.»
¡Gravísima! esta denuncia de Manuel Medrano. ¿Qué dice el rector Jaime de la Ossa?
Si lo que manifiesta Medrano llega a ser cierto, ¿qué hicieron con ese 70% y qué más habría debajo de la mesa? La Universidad de Sucre es sagrada. Si Jhonny Avendaño cree que se va a tomar Unisucre, el presidente Gustavo Petro, quien puede tener infinidad de falencias, pero cree en la educación —eso no se discute— es el directamente llamado a defenderla, evitando que el depredador, cual «estrangulador» de la educación, que denuncia Medrano, ¿se refiere a Jhonny Avendaño?, haga de las suyas en Unisucre, si es que ya no lo ha hecho.
¿Está Jaime de la Ossa, según lo que denuncia Medrano, atrapado en la ambición de haber sido rector de Unisucre? ¿A qué precio? ¿Valía la pena llegar así? Si no hubiera sido Jaime de la Ossa el rector, ¿la cosa hubiera sido peor?
Si la denuncia de Medrano se corrobora, entonces la acción de esa rectoría habría sido pueril y vergonzosa. No excuso que se hagan «favores» burocráticos, pero comprometer el 70% de la Universidad de Sucre —que es solo una parte de los acuerdos, según Medrano— por estar en la silla de rector sería un vil acto que el tiempo cobra, y con factura. Saldría de la Ossa por la puerta de atrás.
¿Cuál fue la otra parte de los acuerdos? La nueva elección de rector de la Universidad de Sucre debe estar estrictamente vigilada por las autoridades respectivas, si quieren evitar una «masacre» académica y social en la universidad, de caer totalmente en manos del nefasto Jhonny Avendaño. El señor presidente de la República, Gustavo Petro, tiene la palabra.
Coletilla: Se publicaron los inscritos para aspirar a rector de Unisucre. Aparecen Arturo Luis Luna Tapia, exministro, y Edgar Vergara Dagobeth, médico, quienes serían dos nombres interesantes para ocupar el cargo.
En pasillos se dice que la rectoría estaría «arreglada» para Jhonny Avendaño. Eso sí sería un «crimen» para la educación y Unisucre, sea él o en cuerpo ajeno. ¿Lo va a permitir el presidente Petro?



