En el 2022, comenzó el juego, ¿Cuál es el negocio socio? de Andrés Gómez Martínez, con Veolia, siendo a esa fecha alcalde de Sincelejo, ad Portas de salir, de la forma menos decorosa. «El buey» dijo Germán Vargas Lleras, que denominan a Andrés, al que dicen -en la plaza de Majagual- que posee desproporcionada bóveda craneal con mucho aíre, poca encefálica masa. Bastante suigéneris, pagando las consecuencias Sincelejo.
Todos conócenos en el animal su triste situación gonadal. Buey o no buey, el asunto es que Andrés Gómez, gritó a todo pulmón que Veolia, empresa de origen francés, que maneja el caótico servicio de agua en Sincelejo, no iba más. Lo cual terminó en enero de 2023 en un si fue, por otros 20 años, después de tanta gritadera. De que pasó algo, pasó. Lo hicieron a través de un otro si. Los que todo lo saben- como dice el dateado Juan Prudencio – refieren que Andrés, por esos días, se le vio estrenar. Mientras, Sincelejo sumido al yugo de su verdugo ¿Con que cara vienen a hablar?
Se pactó inversión de 148 mil millones de pesos para cinco años, que supuestamente se utilizarían en tanques de almacenamiento, recargas artificiales para el acuífero de Morroa -sobresaturado-, renovación de redes de distribución. ¿Han realizado seguimiento a estas destinaciones?
Se estableció que Empas, la empresa de aguas de Sincelejo, -creo existe más en el papel que en la realidad- pasaría a ser socio de las utilidades de Veolia en la capital sucreña, con un 5%. ¿Esto se está dando?
Sincelejo tiene más de 76 mil usuarios del servicio de agua, 69 mil de alcantarillado. 135 barrios que es el 54% del total existente, reciben agua permanente – está por verse- 94 barrios, con agua diaria – es decir con cortes- y solo el 9% cuenta con el servicio de agua día por medio. Con esta estadística – incierta- sin incluir el sector industrial (inexistente en Sincelejo por falta de agua) no hay vida en la capital sucreña. Sin agua, Sincelejo es un pueblo muerto.
De allí la importancia máxima y extrema de tomar en serio, el tema del agua en Sincelejo. No es difícil entender, pero hay que crear compromiso alrededor de la ejecución del acueducto de Sincelejo. Resuelto el tema del agua, repercute instantáneamente en la economía, seguridad, movilización, calidad de vida, en todo. Si se ve como un imposible, como imposible se queda.
Existen estudios serios como el de la universidad de Sucre que plantea «la alternativa de solución, es la construcción de una línea de impulsión de 24” en poliéster reforzado con fibra de vidrio GRP, desde el municipio de Magangué hasta la ciudad de Sincelejo, captando agua en el río Magdalena. La ruta tiene una longitud de 80.51 Km y un costo de aproximadamente USD 21.94 millones. Aún en época de sequía se garantiza el suministro de agua. Hay es que COMENZAR -con mayúsculas- a gestionar y ejecutar.
No logro entender, porqué no lo hacen. Incluso el presidente Petro es obsesivo del tema «Sin agua no hay vida» ¿Entonces? ¡Aprovechen! ¡Atrévanse, proyecten! ¡Manos a la obra! El alcalde de Sincelejo, Yahir Acuña, tiene la palabra.



