Cada quien tiene una misión en este mundo. El programa Jóvenes de Paz de Sincelejo es ejemplo mundial de lo que se puede lograr dando oportunidades a quienes nunca las han tenido. Siempre he sido firme en la convicción que de los grandes logros a mostrar de Yahir Acuña en la alcaldía de Sincelejo tiene nombre propio: Jóvenes de Paz. Ese solo hecho, justifica el haber llegado a ser alcalde. ¿Quién puede negarlo? , nadie.
Son mil quinientos jóvenes que toman un nuevo rumbo de vida, donde su único destino antes del compromiso del alcalde Acuña, era la cárcel o la muerte.
La entrega de Acuña al programa es genuina, alimentada incluso por la circunstancia que él mismo pudo haber sido uno de los que engrosara esas filas, pero no desaprovechó cualquier endeble hilo de luz que se presentó en su vida, para darle vuelco a su existencia, siendo lo más loable que Acuña, se acordó de sus orígenes y antes que patear a los vulnerables les tendió la mano. Impresionado quedó el ministro del interior Armando Benedetti -con el evento del 16 de julio en Sincelejo- ante semejante andanada de ejemplos de vida. Lo tocaron. El presidente Petro por primera vez posteó al alcalde Yahir Acuña y fue por Jóvenes de Paz.
Lo tuve claro siempre. Así lo defendí. Es válido que jóvenes de paz sea un puente de acercarmiento entre el presidente Petro y Yahir Acuña, que está el alcalde obligado a fortalecer. No dejar pasar como flor de un día. Debe solicitar públicamente audiencia al presidente de la república. Para mañana es tarde. Es importante que el alcalde Acuña se apoye en una junta cívica, conformada por monseñor Clavijo, Cámara de cComercio de Sincelejo, gremios, representante de los jóvenes de paz, etc, para lograr las anheladas inversiones que han sido esquivas a la capital sucreña. Es ahora, o ahora. Petro posteó el acto como viva señal de que lo estremeció positivamente, en un tema al que el presidente es en extremo sensible. Acuña «mató» al tigre, no le puede huir al cuero.
No he visto la respuesta de Acuña al posteo presidencial. Sincelejo necesita con urgencia su acueducto, para su paz y desarrollo real. El alcalde Acuña no debe ser esquivo al tema y asumirlo con la mayor seriedad posible, independiente que no sea de resultado instantáneo, pero si indispensable para la paz, seguridad y desarrollo económico de Sincelejo. El agua jamás será aislada de estos items ¡Jamás! .
Jóvenes de paz es un camino lleno de esperanza para la sociedad sincelejana, que hay que exponerlo a nivel internacional, tipo ONU.
Acuña es un hombre inteligente ¡bastante! que no puede perder una alcaldía ni su tiempo, en el engolosine estúpido e improductivo, pero amañador de la estéril frase endulza oídos de «jefecito». Hay mucho por hacer y mejorar. Acuña tiene luz propia y no tiene porqué molestarle la de los demás, sino por el contrario, con actitud madura y sin complejos, usarla para alumbrar el sendero y llegar más lejos. Se trata de equipo. Excelente jóvenes de paz. Un futuro, una esperanza a la que Acuña en hora buena le ha apostado ¡Felicitaciones!



