Imagina llegar en canoa a un pueblo que se levanta sobre el agua, un lugar donde los pasillos son de manglar, el aire huele a leña y pescado fresco, y el ritmo de la música de tambora te da la bienvenida. Esto no es una fantasía, es la realidad de Buenavista y Nueva Venecia, dos comunidades palafíticas que abren sus puertas para un tipo de turismo diferente: uno que te invita a dejar una #HuellaPositiva.
Este viaje no es para turistas de paso. Es una inmersión total en la cultura anfibia de la Ciénaga Grande, un santuario de biodiversidad. Gracias al proyecto Paisajes Sostenibles, una alianza entre la FAO y la Unión Europea, los habitantes se han convertido en anfitriones y guías, diseñando experiencias que van más allá de una simple visita.

Las rutas de Paisajes Sostenibles te permiten ser parte activa de la conservación y la cultura local:
- Ruta de la Restauración: Aprende sobre el ecosistema del manglar directamente de sus guardianes. Participa en la siembra de plántulas en el vivero comunitario y, al final, recibe tu distintivo como «Guardián del Manglar». Es una experiencia que te conecta directamente con la naturaleza y el esfuerzo de conservación.
- Aves e historias palermeras: Al amanecer, la canoa se desliza por el Caño Clarín. Un guía local te cuenta la memoria viva del territorio mientras las garzas cruzan el cielo y el aleteo del colibrí ventrizafiro te recuerda la fragilidad y belleza del lugar. La jornada culmina con un festín de cocina tradicional, donde probarás pescado fresco y bollos de mazorca, mientras aprendes de primera mano las historias de pesca y sustento.
Este modelo de turismo comunitario está transformando vidas. Elsy Rodríguez, dueña del restaurante Paraíso Veneciano, cuenta cómo pasó de esperar a los clientes a vender paquetes con tiempo gracias a la formación en negocios y la conectividad. «Con el proyecto pude ir a ANATO, hacer contactos y vender mis paquetes con tiempo. Con internet confirmo reservas en minutos; ya no espero a que ‘caiga’ la lancha», relata.
La iniciativa también rescata oficios ancestrales. Edrulfo Pacheco ahora talla canoas en miniatura y piezas de madera, liberando los caños de troncos y creando arte que narra la historia del lugar. «Para nosotros, la canoa son los pies», dice, mientras lija una pieza que brilla «como el agua al amanecer».
El Día Mundial del Turismo 2025 celebra el «Turismo y transformación sostenible». En la Ciénaga Grande, esta frase ya es una realidad. Cada visita no solo te brinda una experiencia inolvidable, sino que también aporta ingresos locales, visibiliza una cultura única y financia la conservación de un ecosistema vital.
Viajar a los pueblos palafíticos es una forma de ser parte del cambio. No solo dejas un recuerdo, dejas una huella positiva en las comunidades que viven y protegen este tesoro natural.



