La reciente encuesta de Invamer, intención de voto muestra liderando la elección presidencial a Gustavo Bolívar, (el Lenin Moreno de Petro), director del DPS, quien ha vivido de relatar una exagerada realidad del narcotráfico, terror y muerte en sus narconovelas, desprestigiando al país. Sin dejar de lado el trágico episodio del hijo de Bruno Díaz, que terminó suicidándose, al parecer desencadenado por trato de Bolívar.
Al día de hoy acumula 11.8 %, por encima del ballenatólogo (sí, con B grande, porque no tiene nada que ver con Escalona), el antioqueño Sergio Fajardo con el 9.5 %, quien traería de primera dama a la excanciller de Juan Manuel Santos, la despreciable María Ángela Holguín, con poder absoluto. Hasta ahora la tienen oculta.
Un tipo resbaloso como Fajardo, que, infantil y mentalmente retrasado, en vez de tomar decisiones electorales en 2018, prefirió: “Un sueño de muchos años que por fin realizo este fin de semana: ir a ver las ballenas en el Pacífico. Lejos del mundanal ruido. En la selva.” ¿Puede servir para presidente? Queda descartado.
Seguimos con el 8.3% de la outsider Vicky Dávila, ¿Qué podemos decir de Vicky si ella misma se cae solita, sin necesidad de que la empujen? Lo único por manifestar es que Colombia no es la dirección de Revista Semana. Juega el papel de carta de presión y negociación de la familia Gilinski. Apenas le quiten el apoyo, desaparece de la escena política, siendo el más perjudicado Gustavo Petro, que es a quien le conviene que esté en la palestra para debilitar dividiendo a la derecha. Que el país, así sea en la foto del momento, considere a estos tres pintorescos personajes como opciones a ser presidente de la República, habla de una crisis de liderazgo.
¿Por qué el Centro Democrático no despega? No es porque todavía no haya candidato escogido, sino porque Álvaro Uribe insiste en opacar a todos, cual títeres de la ocasión. Se ven así. No entiende que los tiempos cambiaron.
Los únicos que están en real campaña son la coherente María Fernanda Cabal, que no va a cambiar su discurso, pero ojalá lo despetrice, así sea un poco, y el biche Miguel Uribe Turbay, que es el candidato de Álvaro Uribe. Por donde quieran meterse, va a ser el escogido, porque en Centro Democrático se hace lo que diga Uribe y punto.
Estamos a la espera de que Francisco Santos se decida a ser candidato presidencial, allí la apuesta es a otro precio. Considero que es el único que puede dar la pelea al petrismo, más si es enfrentando al mechudo mala paga de Gustavo Bolívar. El otro asunto con Francisco Santos es que Álvaro Uribe no le da paso. Ojalá me calle la boca. Si Francisco Santos se decide, es presidente. Guarden esta columna.
Claudia López, la camaleónica precandidata, está a la espera de ver dónde se acomoda. En el lugar que le toque lo hace, sin sonrojarse.
Germán Vargas Lleras es el personaje de Kiko, del Chavo del 8, sigue dando show con la vida encima, a sabiendas de que su tiempo pasó. Ahí no hay nada.
No sorprenda que Gustavo Petro, con una sobredosis de café, salga diciendo que va a aspirar, por tal o cual camino, porque se viene la «hecatombe».



