Las cosas se comienzan por el principio. El principio de la nueva asesora grado 11 del Ministerio del Interior, precedido por Armando Benedetti, la magíster Karin Stephanie Pupo Benitorevollo —de raíces sucreñas— es que no tiene una sola investigación por nada. Nada es nada. Sin embargo, en este mundo al revés se le ha venido encima todo el que se cree con derecho a lanzar la primera piedra. ¿Qué derecho van a tener con Karin Pupo, si no tiene nada de la justicia en contra?
El injusto escándalo armado alrededor del nombre de quien posee maestría en representación política y gestión pública ha sido de marca mayor, fantasmagórico, por tratar de involucrarla con Centro Poblados, donde la justicia no lo ha hecho con ella. Aquí el verdadero propósito es golpear a Armando Benedetti, que no es objeto de este artículo.
Karin ha trabajado como cualquier colombiano en una empresa, ha ganado su salario, repito, no tiene una sola investigación por su labor en ICM y otras. Su hoja de vida en la Sociedad Nacional de Acuicultura y Pesca, en la valiosa empresa de la Asociación de Mujeres Gestoras Comunitarias de los Montes de María, por demás región golpeada por la violencia y el olvido, entre distintas empresas donde Karin ha dejado próspera huella, hablan por ella.
Ni a la exministra de Iván Duque, Karen Abudinen, le han dado tan duro como a esta abnegada ciudadana y madre de familia. Llegué a pensar: ¿Estarán confundiendo a Karen Abudinen con Karin, por la sonoridad de los nombres? Concluyendo que no, sino que la maldad del ser humano es sin límites. ¿Acaso todos los que trabajaron en la farmacia La Rebaja eran narcotraficantes? Por supuesto que no.
Si me muestran una sola investigación contra Karin, yo mismo saldré a publicar de qué se trata. Vaya usted a ver el sueldo de asesora que se gana alguien con maestría en Colombia, como lo recibirá Karin Pupo, la nada «maravillosa» suma de $9.881.954, que, sin despreciar, no es la gran cosa para maestrías.
El código de ética periodística prohíbe la relación de alguien protagonista de una noticia, con personas que nada tengan que ver con la noticia en sí. Los términos señalando que es hija, papá o relaciones por el estilo, hablan de la degradación del periodismo en tal de tener likes, o vistas. No es justo. Esto han hecho con Karin y su círculo familiar, donde una cosa es una cosa, y otra cosa es otra cosa.
Karin que responda por sus actos ante la justicia si la señalan de algo; la envidia es que no la señalan de nada. Así que, respetada Karin Stephanie Pupo Benitorevollo, a realizar su trabajo en beneficio de la nación, que arriba hay un Dios que para abajo ve, siendo ese su real soporte y escudo. Teniendo Ese, ¿qué más quiere? El atropello a Karin lo hacen con acciones fantasmas, para tirar piedras los que quieren posar cual libres de pecado.



