El Partido Verde Oxígeno logró un triunfo moral y político histórico en Sincelejo, donde un grupo de jóvenes desafió las maquinarias tradicionales, venció el clientelismo y encendió una nueva esperanza en la democracia sucreña. Se ubica en el segundo lugar con la mejor votación.
En una ciudad donde los mismos apellidos han gobernado por décadas, la sorpresa vino desde donde pocos la esperaban: la juventud. Con una campaña modesta, limpia y sin el peso económico de los partidos tradicionales, el Partido Verde Oxígeno se levantó como el ave fénix para derrotar a las maquinarias políticas que parecían invencibles en Sincelejo.
Los jóvenes Milagros Mercedes Muñoz, Diego Andrés Buelvas, Kelly Zapata, Roberth Chávez, Eliana Caballero y María Fuentes alcanzaron una de las votaciones más altas al Concejo Municipal de Juventudes de Sincelejo, consolidando un resultado que marca un cambio profundo en el panorama político sucreño.

El éxito del equipo verde no fue producto del azar, sino de la honestidad y la transparencia convertidas en bandera. En un escenario contaminado por décadas de clientelismo, los jóvenes se propusieron demostrar que la política también puede hacerse sin dinero, sin favores y sin miedo.
Mientras los partidos tradicionales —Liberal, Centro Democrático, Cambio Radical y sus aliados de ocasión— repitieron su libreto de compra de votos, uso de recursos públicos y manipulación electoral, el movimiento juvenil apostó por el diálogo, las ideas y la participación genuina.
“Fue una campaña sin chequera, pero con conciencia. Sin maquinaria, pero con dignidad”, expresaron los voceros del Partido Verde Oxígeno tras conocerse los resultados.
- Las sombras de una jornada electoral irregular
Aunque la jornada fue, en general, tranquila, no estuvo exenta de irregularidades. En puestos como el corregimiento de La Gallera y la Normal Superior de Sincelejo, se reportaron fallas logísticas graves que impidieron el voto de decenas de jóvenes entre 14 y 18 años.
Según testigos, algunos votos “aparecían y desaparecían”, los formularios mostraban inconsistencias y se registraron confusiones que deben ser aclaradas en la verificación final de la Registraduría Nacional. “Una democracia juvenil no puede construirse sobre tropiezos tan burdos. Si queremos formar ciudadanos libres, primero debemos garantizar procesos limpios”, señaló un observador electoral.
El triunfo del Partido Verde Oxígeno no solo fue un resultado numérico: fue una victoria moral. En una tierra donde durante años se ha comprado la conciencia de los votantes, la juventud sucreña decidió despertar, y con su voto libre demostró que la política no tiene por qué estar manchada de corrupción ni sometida al dinero.
La jornada dejó una lección imborrable para Sincelejo y para todo Sucre: “Cuando el voto es libre, la maquinaria tiembla. Cuando la juventud piensa, la corrupción se desespera. Cuando la conciencia despierta, la política renace.”
Lo ocurrido en Sincelejo simboliza el inicio de una nueva etapa. El ave fénix que resurgió de las cenizas representa a una generación que no se vende, no se rinde y no se deja manipular. El reto ahora será demostrar que esta victoria no se queda en lo simbólico: que la juventud puede gobernar con decencia, dignificar la política y enterrar los vicios del pasado. El tiempo del clientelismo parece acercarse a su fin, y lo está derrotando algo que ni el dinero ni las maquinarias pueden comprar: la conciencia libre.



