El precandidato presidencial reafirma su independencia política y denuncia ataques del establecimiento que teme su ascenso ciudadano.
El abogado y precandidato presidencial Abelardo De La Espriella lanzó un contundente mensaje de independencia política, asegurando que su única alianza es con el pueblo colombiano. En medio del creciente respaldo a su movimiento Defensores de la Patria, el líder afirmó que su proyecto nace de la ciudadanía y no de los pactos entre partidos o las viejas maquinarias del poder.
El aspirante presidencial advirtió sobre ataques políticos orquestados desde distintos sectores que, según él, buscan frenar el avance de su campaña. “La reacción del establecimiento refleja el temor que genera un proyecto independiente, construido sin favores ni componendas. Mientras otros dependen de acuerdos partidistas, mi fuerza nace del pueblo colombiano”, expresó De La Espriella.
El precandidato señaló que su mensaje de autoridad, seguridad y justicia ha calado especialmente entre los estratos populares y trabajadores, quienes —según él— representan el verdadero motor de su movimiento.
En su declaración, Abelardo De La Espriella rechazó con firmeza cualquier intento de vincular su campaña con los intereses económicos o políticos tradicionales. “No le debo favores a nadie. Mi independencia económica y moral me permite hablar sin miedo y actuar con coherencia”, afirmó.
El líder de Defensores de la Patria recalcó que su candidatura representa una ruptura con la vieja política y una oportunidad para recuperar la esperanza nacional, destacando que su compromiso es con los colombianos que exigen orden, justicia y dignidad.
Fiel a su estilo directo, De La Espriella concluyó con una frase que refleja su carácter y convicción: “Nadie puede domesticar al Tigre. Mi alianza es con el pueblo y mi causa es la Patria.”
El precandidato insistió en que no se dejará intimidar por los ataques de la izquierda ni por los acuerdos del establecimiento, reiterando que su propósito no es complacer a las élites, sino liberar a Colombia de la corrupción y del clientelismo que han frenado el desarrollo nacional.