Jamaica, Cuba, Haití y República Dominicana enfrentan devastación histórica. UNICEF solicita más de 40 millones de euros para atender a la niñez en emergencia.
Una grave crisis humanitaria azota al Caribe tras el paso del huracán Melissa, que ha dejado a más de 700.000 niños y niñas afectados, según advirtió en las ultimas horas el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). La agencia internacional alerta que la devastación incluye infraestructura colapsada, sistemas de salud paralizados y comunidades enteras completamente inundadas. “Cientos de miles de niños y niñas han visto sus vidas trastocadas de repente”, lamentó Roberto Benes, director regional de UNICEF para América Latina y el Caribe.
Las autoridades requieren más de 40 millones de euros para garantizar alimentos, agua potable, atención médica, saneamiento y acceso a educación en los países más afectados: Jamaica, Cuba, Haití y República Dominicana.
Melissa dejó un panorama de destrucción en el Caribe, donde lluvias torrenciales, marejadas ciclónicas e inundaciones catastróficas han desplazado masivamente a familias enteras.
- Barrios sumergidos sin electricidad
- Comunidades incomunicadas
- Servicios educativos y médicos suspendidos
- Cultivos destruidos y escasez alimentaria emergente
“Las familias están atrapadas en barrios sumergidos sin electricidad o permanecen en refugios, y el acceso al agua potable y el saneamiento se ve gravemente comprometido”, reportó UNICEF.
La distribución de suministros de emergencia comenzó, incluyendo kits higiénicos, sanitarios y escolares, mientras equipos internacionales y gobiernos locales evalúan daños y planifican respuestas adicionales. El saldo inicial de la tragedia incluye más de 30 fallecidos, entre ellos al menos 10 menores, en Haití, Panamá, Jamaica y República Dominicana. La cifra podría aumentar conforme avancen las labores de búsqueda en zonas aisladas.
La agencia internacional subraya la urgencia: “Necesitan urgentemente alimentos, agua potable y saneamiento, acceso a servicios de salud y nutrición, y un camino de regreso a la educación”. El llamado de UNICEF busca financiar intervenciones para más de 380.000 niños y familias en situación crítica.
Organizaciones humanitarias en todo el mundo han activado mecanismos de cooperación. La crisis exige respaldo financiero y logístico internacional inmediato para evitar una tragedia mayor, especialmente en Haití y zonas rurales de Cuba, donde los daños son más severos.
La comunidad internacional permanece vigilante ante el riesgo de brotes epidemiológicos, desnutrición infantil y desplazamientos prolongados en áreas vulnerables.



