Un violento ataque perpetrado por disidentes del Estado Mayor Central (EMC), la principal facción de las antiguas FARC, estremeció la madrugada de este sábado a Mondomo, zona rural de Santander de Quilichao (Cauca). La ofensiva, ejecutada con drones cargados de explosivos, ráfagas de fusil y artefactos improvisados, golpeó un puesto de Policía y dejó graves daños en viviendas y establecimientos comerciales cercanos.
El asalto comenzó hacia las 5:30 a.m. en inmediaciones de la Vía Panamericana, corredor vial clave del suroccidente colombiano. El presidente Gustavo Petro atribuyó el hecho al EMC, asegurando que el ataque sería una “reacción desesperada” tras recientes operaciones militares en las que, según él, fueron neutralizados 35 combatientes e incautado material de guerra.
Los habitantes de Mondomo vivieron un amanecer marcado por el pánico. “Fueron casi dos horas de combate”, relataron residentes de la zona. “Cuando vimos que todo quedó en calma, salimos y la destrucción era impresionante”. Otro vecino contó que él y su esposa se refugiaron en el sótano mientras “caían las bombas”. Al salir, descubrió que su vivienda había quedado totalmente destruida.
El ataque ocurre en medio de la tormenta política que enfrenta el Gobierno: el ministro de Defensa deberá responder en una moción de censura por la muerte de menores en un bombardeo reciente. El clima de inseguridad en el Cauca alimenta tensiones entre el Ejecutivo y sectores de oposición.
Pese a la firma del acuerdo de paz con las FARC en 2016, el Cauca continúa siendo uno de los territorios más golpeados por la acción de disidencias, el ELN y bandas narcotraficantes que disputan control de rutas y cultivos ilícitos. La geografía estratégica entre cordillera y Pacífico lo mantiene como un epicentro del conflicto armado.



