Como estamos en Colombia, país de las maravillas, que normalmente parodiamos lo bueno y lo malo del mundo cibernético, hoy nos acercamos a la historia tragicómica de “Alicia en el país de las maravillas” del escritor británico Charles Lutwidge Dodgson, donde describe a la pobre Alicia, viviendo en un sub mundo de hipocresía y falsedades de humanos y criaturas antropomórficas propias de nuestra moderna oposición.
Nuestro presidente Petro ha tenido desfases propios de la inocentada de una serie de camaradas de amigos nombrados en su administración que lo ha llevado a desmentir algunos comentarios desfasados de ministros o directores de Institutos o a colocar a su brazo derecho o izquierdo como el exsenador Gustavo Bolívar a desmentir dichas afirmaciones, no contando con que el lucido senador muchas veces se extralimita en sus declaraciones poniendo en riesgo la autoridad presidencial
El camino culebrero del presidente Petro dado a conocer por uno de sus aliados estratégicos como lo es el senador Humberto de Calle, es propio de la Gamofofia de nuestros días, donde los aliados que normalmente son oportunistas, le tienen miedo a un matrimonio duradero y estable y otros que critican y critican sin fundamento alguno, son del grupito de los integrantes de la filofobia, que por sus intereses partidistas le tienen miedo a un compromiso serio y no les interesa el bien del país.
“…Nosotros no podemos fallar; no podemos permitir la corrupción, éticamente es imposible; todas las lupas, imaginan, nacionales e internacionales, están sobre nosotros, es el gobierno del cambio y el cambio es de verdad…”, expreso el presidente Petro el día de su posesión, sin embargo, los obstáculos han sido el pan diario, es decir el camino lleno de culebras, ya que la “metidas de pata” de algunos ministros fueron propias de su inexperiencia o locuacidad, cuando no han aterrizado en lo que se denomina la estructura del Estado y la sindéresis de opinar en público sin pensarlo dos veces, que es completamente diferentes a los discursos y promesas veintijulieras en campaña propia de nuestros políticos.
Los aliados burócratas y de compromisos momentáneos son en su género un matrimonio gamofóbico donde no entendieron la responsabilidad que se contrae cuando el pueblo los necesita para poder vivir sabroso, que por supuesto le importa un comino al sector Gavirista del Partido Liberal, que presiona abandonar la coalición buscando burocracia con el sofisma del pedido de aligeramiento de los tramites en algunos proyectos que verdaderamente requieren urgencia, pero que afectan algún sector financiero y al grupito de Gaviria que a más, no es la mayoría de los liberales. También alegan que llegar a octubre dentro de la coalición con recesión económica, les causaría una disminución de su electorado. Definitivamente una posición anti pueblo.
En cuanto a los desteñidos azulosos que después de Pastrana, no han tenido un candidato sólido y de perrenque para llegar al solio de Bolívar, también piden burocracia y contratos, ellos hacen parte de los miembros de la filofobia, se unen al ganador pero sin compromisos serios y normalmente se molestan y proclaman rebeldía para que le cumplan con la burocracia y nepotismo, elementos propios de los que siempre han buscado sin importarles la suerte del país.
Los Verdolagas de la Alianza también sacaron uñas y buscan no solo protagonismo, sino burocracia y contratos, cuando un pequeño puñado de esos senadores del nepotismo se han molestado por el no cumplimiento de lo acordado y llegaron han expresar que tienen malestar estomacal que ni tomando “Loperamida” les anularía las ganas de visitar las puertas del “lavatory” en los alrededores del Palacio Presidencial.
Pero cuando se da “papaya” como la que reiteradamente da el Gobierno, es el bocado predilecto para la oposición y para los que están en el con fines netamente burocráticos. Existen sindicatos a nivel nacional que alegan ser parte del Pacto Histórico que se molestan cuando el presidente en su saber y entender nombran representantes en juntas directivas o universidades públicas que según ellos, no son del grupo en mención o de la llamada primera línea. Semejante adefesio a la decisión presidencial, cuando muchos sectores y personas de bien, votaron por el hoy mandatario y por supuesto, también son personas de bien con derechos legales y constitucionales.
La situación del país y del mundo no pinta fácil para el 2023, el hambre será la prioridad a resolver para todos los colombianos, es importante implementar la “Economía Popular y Circular” para evitar la hambruna, la reducción de la producción y del empleo, aumentará las tasas de intereses, el costo de vida seguirá subiendo, la economía se desacelerará y el crecimiento económico proyectado para el mundo del 3.2% bajará al 1.7%, uno de los porcentajes más bajos en las últimas décadas solo comparadas con las del 2009 y 2020.
El pueblo colombiano no puede esperar más, si a Petro le va mal a todos los colombianos también, como quieren algunas y algunos aprovechadores de la situación. Debemos rodear al Presidente con críticas constructivas y no destructivas. Los que estén fuera de dicha apreciación serán castigados donde más les duele, en la urnas.