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En Colombia, más de cuatro millones de hogares cuentan con al menos una mascota.
- La ley defiende el derecho de los hogares de tener mascotas, pero también estipula responsabilidades para los propietarios.
- Las herramientas tecnológicas pueden desempeñar un papel crucial en la promoción de una convivencia armoniosa tanto para los propietarios de mascotas como para los copropietarios.
En Colombia, cada vez son más familias las que deciden tener una mascota en sus hogares, según cifras del DANE, más de cuatro millones de hogares en Colombia cuentan con al menos una mascota.
En este contexto, una de las principales preocupaciones para quienes viven en conjuntos residenciales, especialmente en propiedad horizontal, son las medidas necesarias para tener y pasear a sus mascotas.
La tenencia de animales de compañía dentro de la propiedad horizontal en el territorio colombiano está regulada bajo la sentencia T-035 de la Corte Constitucional del año 1997. En dicha norma se especifica que la tenencia de animales de compañía forma parte de un “ejercicio de los derechos fundamentales al libre desarrollo de la personalidad y la intimidad, con las limitaciones que imponen los derechos de los demás”.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que con este derecho también llegan algunas obligaciones como el manejo y control de la contaminación auditiva, olfativa y de desechos producidos por las mascotas, el adecuado manejo de las mascotas en áreas comunes de edificios, conjuntos, etc., como ascensores, pasillos y porterías.
“En relación con los hechos ocurridos la semana pasada en Zipaquirá, es importante recordar que la Ley 675 de 2001 respalda a los propietarios, pero también exige que sean responsables en la tenencia de sus mascotas. Los dueños deben asegurarse de que las acciones de sus animales no afecten la convivencia ni molesten a los demás vecinos. Entre los apartados que subraya la ley están la importancia de cumplir con las normas establecidas, como recoger las deposiciones de las mascotas y no sacarlas sin traílla ni bozal. Estos pasos son esenciales para mantener una convivencia armoniosa y segura dentro de los conjuntos residenciales” manifestó Daniel Laverde, gerente comercial de Properix
Es importante mencionar que todos los animales considerados domésticos están permitidos en las propiedades. Esto significa que no se pueden prohibir razas específicas de perros, como los pitbulls, ni especies como los mini pigs. Mientras se cumplan con las condiciones estipuladas, estos animales pueden transitar por las zonas comunes sin restricciones.
En los casos donde hay incumplimiento por parte de los amos en el cuidado de sus mascotas o incidentes de alguna gravedad la primera autoridad es el administrador, quien está autorizado a imponer multas de acuerdo con el código de convivencia, multas que pueden tener un costo igual o menor de lo que estipula la ley 1801.
Por otra parte, en casos más severos, de abandono, de heridas, accidentes con terceros o la tenencia de animales silvestres (entre los que se encuentran loros, iguanas, tortugas, primates, ardillas, etc) se puede acudir a la policía o a protección animal para que intervenga
«Las mascotas son miembros importantes en los hogares. Para facilitar su tenencia y mejorar la comunicación con las administraciones, se recomienda el uso de la tecnología. A través de canales digitales y ágiles, los copropietarios pueden conocer sus deberes y obligaciones en la tenencia de mascotas, así como disponer de un canal oficial para registrar PQRs y llamados de atención. Además, estos sistemas permiten verificar que los destinatarios hayan recibido y abierto los mensajes, garantizando una comunicación más efectiva y transparente.» Añadió Laverde.
Es fundamental establecer claramente las responsabilidades relacionadas con la tenencia de las mascotas en copropiedades para prevenir malentendidos y disputas. En este sentido, una comunicación transparente, un entendimiento compartido de las obligaciones y el aprovechamiento de herramientas tecnológicas como Properix pueden desempeñar un papel crucial en una convivencia armoniosa.