En la madrugada del lunes 24 de marzo de 2025, la ciudad de Montería despidió con respeto y dolor al soldado veterano de la Guerra de Corea, Julio César Bolívar Salazar. Un hombre que, a lo largo de su vida, no solo sirvió a Colombia con valentía y honor, sino que también se destacó como un esposo y padre ejemplar, dejando un legado de dedicación y sacrificio tanto en el campo de batalla como en su hogar.
El Batallón Colombia No. 1 fue una destacada unidad militar compuesta por 5.062 hombres de las Fuerzas Militares de Colombia, que participaron activamente en la Guerra de Corea entre 1951 y 1954. Esta fue la primera misión internacional de Colombia, donde se unió a las fuerzas de la ONU bajo el liderazgo de Estados Unidos para apoyar a Corea del Sur. El Batallón Colombia, integrado por tres fragatas y un batallón de infantería, intervino en diversas batallas a lo largo del conflicto, dejando una huella imborrable en la historia. Entre estos valientes soldados se encontraba el veterano Julio César Bolívar Salazar, quien contribuyó con su valentía a la defensa de la libertad en tierras lejanas.
Como integrante del glorioso Batallón Colombia, hace más de 70 años, el veterano Bolívar Salazar, llevó en su pecho el orgullo de haber defendido la libertad en tierras lejanas, en un conflicto que marcó la historia del mundo entre 1950 y 1953. Él, como tantos otros valientes, enfrentó con gallardía los rigores del combate, el frío extremo y los desafíos de la guerra, dejando en alto el nombre de nuestra nación. Su sacrificio y el de sus compañeros jamás serán olvidados, y hoy, Corea del Sur sigue siendo un país libre gracias a su valor y entrega.
Tras su regreso a Colombia, decidió radicarse en el departamento de Córdoba, donde dedicó el resto de su vida a diversas actividades comerciales, demostrando que un soldado nunca deja de servir, ya sea en el campo de batalla o en la construcción de su comunidad.
Partió al cielo a los 90 años, dejando un gran vacío en su familia: una esposa y una hija que lloran su partida, pero también con una familia militar que los abraza y les dice: “Aquí estamos, los soldados del Ejército Nacional de Colombia, esta gran familia militar que hoy también siente su partida”.
En reconocimiento a su legado, el Brigadier General Jorge Eduardo Arias Rojas, Comandante de la Décima Primera Brigada del Ejército Nacional, ordenó que sus exequias se realizaran con los honores militares que merece un héroe de la Patria.
Durante los actos fúnebres, se realizó la tradicional guardia de honor, la calle de honor y una ofrenda floral, como muestra de gratitud y respeto por su vida de servicio. Asimismo, se garantizó el acompañamiento del Ejército en cuerpo presente, demostrando que la institución jamás olvida a sus hombres.
Desde las asociaciones de veteranos y reservas del departamento de Córdoba, en cabeza del Mayor CIM (V) Carlos Gómez De Vivero, y del departamento de Sucre, que tengo el honor de representar, expresamos nuestras más sentidas condolencias a su viuda, Taxila Molina, y a su hija, Jhoana Bolívar Molina. Su dolor es el de toda la familia militar, que hoy despide a un hermano de armas.
Dicen que donde muere un soldado nace una flor, porque en el cielo hay un jardín celestial reservado para los héroes de Colombia. Allí, entre laureles y banderas, hoy se une el soldado Julio César Bolívar Salazar, quien parte con paso de vencedores a formar filas en la eternidad.
¡Honor y gloria al soldado colombiano! ¡Hoy Dios recibe al veterano Julio César Bolívar Salazar en el ejército celestial! ¡Paz en su tumba! Aunque partan al cielo, nuestros soldados jamás serán olvidados.
Agradecimientos:
BG. Jorge Eduardo Arias Rojas, Comandante de la Décima Primera Brigada
TC. Javier Andrés Martínez Chamorro, Comandante BASPC No. 11
CT. José Lizardo Bonilla Pérez, Oficial B1 Br 11
Compañía Policía Militar BASPC 11
MY.CIM. (V) Carlos Gómez De Vivero, Líder de veteranos de Córdoba