En una emocionante y exitosa operación, la Armada de Colombia demostró su compromiso inquebrantable con la vida en el mar. Unidades especializadas del Grupo Aeronaval del Caribe y de la Estación de Guardacostas de Barranquilla realizaron un audaz rescate aéreo para salvar a una mujer de 72 años, de nacionalidad estadounidense, que habría sufrido ataque cardíaco a bordo del crucero «Grand Princess».
El suceso ocurrió a 35 millas náuticas al norte de Bocas de Ceniza, en el departamento de Atlántico, mientras el crucero navegaba de Panamá hacia Aruba. La emergencia se reportó al mediodía y, sin perder un segundo, la Armada de Colombia activó su protocolo de rescate.
Inmediatamente, una Unidad de Reacción Rápida (URR) de Guardacostas zarpó para prestar apoyo, mientras que un helicóptero del Grupo Aeronaval del Caribe despegó para interceptar el crucero. La coordinación fue impecable. A 26 millas náuticas, el helicóptero se encontró con el buque. Allí, un equipo de especialistas en búsqueda y rescate, con un entrenamiento riguroso, realizó una maniobra de alto riesgo para evacuar a la paciente.
Mediante una camilla de rescate, la mujer fue izada de forma segura a bordo del helicóptero y trasladada sin contratiempos hasta la Escuela Naval de Suboficiales en Barranquilla. Una ambulancia de la Armada ya estaba esperando para llevarla a un centro médico de la ciudad, asegurando su atención inmediata.
Esta rápida y decisiva acción subraya la dedicación de la Armada de Colombia a la seguridad marítima y la protección de la vida humana en el mar. Su capacidad de respuesta frente a emergencias en las aguas del Caribe colombiano es un claro testimonio de su profesionalismo y valentía.