Tras la rotura del jarillón que causó inundaciones en la vereda Lerma y poblaciones vecinas, en Barranco de Loba, Bolívar, el gobierno departamental envió a la zona 2.500 costales para mitigar la emergencia y se adelanta la gestión para la consecución de más de 60 costales de una tonelada que permitan reparar la rotura.
De momento en coordinación con la Alcaldía Municipal se adelanta un censo para establecer las afectaciones y poder priorizar las ayudas que se requieran en la zona.
El director departamental de Gestión del Riesgo, José Ricaurte, dijo que se está coordinando con la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres para fortalecer la protección del jarillón con tablestacas y con maquinaria amarilla.