Ocho uniformados de la Policía, entre intendentes, patrulleros y auxiliares murieron en las últimas horas tras un ataque a bala y la activación de un explosivo al paso de la patrulla donde se movilizaban. La masacre ocurrió en la vereda Corozal, jurisdicción de Neiva en el departamento del Huila.
Los Policías participaban de una actividad de bienestar social y habrían salido de la unidad a las 10:30 de la mañana con destino al corregimiento San Luís.
“Estos hechos expresan un claro saboteo a la paz total”, condenó el presidente de los colombianos, Gustavo Petro Urrego, quien viajará esta noche a la zona donde se instalará un puesto de mando unificado. También llegará una comisión especial de investigación de la Fiscalía.
El de este viernes 2 de septiembre ha sido el peor ataque contra la Policía bajo el nuevo Gobierno, que empezó su mandato, el pasado 7 de agosto, con el difícil desafío de frenar la violencia en Colombia.
Las víctimas mortales del atentado fueron el Intendente Wilson Jhair Cuellar Lozada; Intendente Luis Alberto Sabi Gutiérrez; Patrullero Duberney Carreño Rodríguez; Patrullero Jhon Fredy Bautista Vargas; Auxiliar de Policía Andrés Mauricio Pascuas Figueroa; Auxiliar de Policía Gustavo Alberto Esquivel Rojas; Auxiliar de Policía Cristian Ricardo Cubillos Borbón; y Auxiliar de Policía Santiago Gómez Endez.