“…Lo cierto que, en Colombia, ser corrupto “si paga”, es un honor tener un diploma de convicto, ex convicto…”
Colombia nuestro país de las mil maravillas vive de corrupción en corrupción. Cuando nuestros gobiernos eran de derecha, la izquierda, como lobos hambrientos les caían a los mandatarios y funcionarios, pero como la política es volátil, hoy en día se voltearon los papeles y ya los protagonistas son hienas salvajes, tanto los antiguas como los de ahora se escudan en que están en defensa de los intereses de la comunidad, pero la verdad verdadera es que todos han estado faltos de poder.
El concepto etimológico proviene Del latín corruptus ("corrompido") y se les endosa a “las personas que cometen irregularidades o infringen la ley para obtener un beneficio particular”, su historia se remonta a la antigüedad, posiblemente al año 324 a. C y como todo mal sus orígenes son un misterio para los investigadores que han intentado resolver el malévolo inicio.
Lo cierto es que, en Colombia, ser corrupto “si paga”, es un honor tener un diploma de convicto, ex convicto, o pariente que puedan ser parte de la nómina estatal. Es normal observar en las entrañas del gobierno, en cualquier pueblo, municipio o departamento como se rotan los cargos de manejo con familiares o con personas que han estado “en entredicho”. El corrupto sabe que no hay méritos para esconderse ni para pasar de agache, si es la Contraloría, devuelve un “puchito” y queda incólume, con la procuraduría, una sanción y se queda con el billete, y la fiscalía, negocia por tres años “calle por cárcel” y a disfrutar del robo al erario público. En cualquiera de esas IES, la mermelada de la corrupción es “pan de cada día”. ¿A dónde queremos llegar hoy en día? A una verdad verdadera y es que la corrupción no es de izquierda ni de derecha…es de bandidos ya que cuando un funcionario honesto aplica los preceptos de la gestión pública, el control público y la función publican o direcciona sus esfuerzos hacia el bienestar social o colectivo, pasa a la historia como un verdadero ejemplo para la sociedad, pero cuando conscientemente se desvía del objetivo fundamental de sus funciones, se convierte en un desnaturalizado engendro del mal.
La memoria histórica no se puede olvidar, ese fenómeno hace parte de la tragicomedia del corrupto, que proviene primordialmente de la contratación estatal, ejemplos pululan, los desafueros durante la pandemia de Covid-19, el escándalo de corrupción en la DIAN, en la Federación Colombiana de Fútbol, en Fonade, los robos con los carteles del sida, del síndrome de Down, de la hemofilia y de los locos en varias regiones de Colombia, el famoso caso de Odebrecht, el cartel de la toga, de la chatarrización, de las regalías, el desfalco a Ecopetrol, Reficar, Dragacol, Foncolpuertos, Chambacú, el de los Juegos Nacionales, el carrusel de la contratación, el desfalco a Colpensiones, el carrusel de las pensiones del Consejo Superior de la Judicatura, Agro Ingreso Seguro, los desfalcos a Cajanal, Ferrovías, Caprecom, COOMEVA, Transmilenio, Empresas de Energía y pare de contar.
Los estudiosos del ser corrupto lo consideran una forma de vida ya que visiona su objetivo y lo considera una conducta fundamental del ser humano y la sustracción de dineros lo obnubila de tal manera que se auto imagina que no está haciendo mal uso de dicho poder, sino que está arreglando o mejorando su situación económica o estatus social.
Pasamos de la corrupción de la derecha o la extrema derecha, a la izquierda o extrema izquierda o como lo quieran catalogar, en un país de grandes necesidades, pero parodiando a ilustres ex mandatarios recordemos frases célebres, “me desobedecieron” “todo fue a mis espaldas” “me acabo de enterar”, y ahora nuestro presidente Petro exclamó: “eso no puede pasar en este Gobierno”, pero desafortunadamente para “el gobierno del cambio”, está pasando.
- También puede leer: CARTAGENA | Alcalde Dumek Turbay tiene 19 procesos activos por diferentes delitos
Pero lo que sí ha rebosado la copa de la corrupción en el actual gobierno, por la forma descarada y antipatriota como esos maleantes de la izquierda conjugados con maleantes de la derecha, se unieron en una entidad mal llamada UNGRD, para robarse más de 46.800 millones de pesos (unos 12 millones de dólares) en la compra de 40 camiones a costa de la sed y el hambre en la famosa contratación de los carrotanques, destinados a llevar agua a La Guajira, así como irregularidades en multimillonarios contratos para mitigar el hambre con ollas comunitarias para esas comunidades.
Pero allí no queda todo, el actual director de la UNGRD Carlos Alberto Carrillo Arenas acaba de expresar que la corrupción es tan galopante que en el caso de los dineros girados para el cierre de Cara e' Gato, la corrupción es tres o cuatro veces mayor a la de los carrotanques y responsabilizó de éstos hechos a el exdirector Olmedo López y el ex subdirector Sneyder Pinilla, y están sub-yudice al presidente del Senado Iván Name, el de la Cámara Andrés Calle, la consejera para las regiones Sandra Ortiz y un número indeterminado de posibles senadores, representantes, alcaldes recién electos y políticos de provincia.
No nos engañemos ni hagamos apología a las denuncias de corruptos presentes…ellos hacen parte de la historia nuestra corrupta…