Bajo estricta supervisión médica se encuentra la Reina Isabel II en su casa de verano, Balmoral, en Escocia hasta donde llegaron todos sus hijos entre ellos el heredero al trono, el príncipe Carlos, pues su salud ha decaído en los últimos días. La salud de la jefa del Estado Británico va más allá de las dificultades para caminar, reveló en un comunicado de prensa el Palacio de Buckingham.
«Mis oraciones, y las oraciones de la gente de toda la iglesia de Inglaterra y de la nación están hoy con su majestad la reina», expresó el Arzobispo de Canterbury, Justin Welby.
Su último acto oficial fue hace dos días, cuando recibió a la nueva Primera Ministra británica, Liz Truss, en un encuentro sin precedentes. Debido a sus problemas de salud, la monarca celebró el tradicional besamanos en Balmoral y no en Buckingham Palace, donde tradicionalmente se realizaba este acto de bienvenida por su proximidad a la sede del Gobierno. Isabel II se mostró muy sonriente, aunque más frágil y delgada, ayudándose de su bastón para caminar.
La nueva primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, dijo que, «el país entero está profundamente preocupado por la noticia».