Pocos conocen la historia del recientemente extraditado Juan José Valencia Zuluaga alias «Andrea» o «Falcon» un narco invisible capturado en una lujosa propiedad en Rionegro, Antioquia, y del cual nunca se había escuchado nada en Cartagena de Indias, solo en su natal Medellín, donde fungía como un multimillonario empresario el cual tenía una gran amistad con un reconocido reggaetonero colombiano junto con el que se le veía paseando en sus ya conocidos Ferrari, ¿Pero cómo fue que este empresario terminó como amo y dueño de la droga en la capital de Bolívar?
Una reseña elaborada por Diario El Colombiano nos cuenta que sus actividades ilegales comenzaron luego de un viaje a España, cuando, siendo joven, se fue a buscar suerte en diferentes trabajos. No logró establecerse, pero quedó deslumbrado por los lujos del Viejo Continente.
También nos cuenta que un delincuente conocido como “Mogolla” le presentó a Valencia a dos reconocidos cabecillas del “Clan del Golfo” con los alias de “Pablito” y “Boyaco”, a quien presuntamente recomendó como una persona deseosa de “camellar en la vuelta”, siendo su primera participación el envío de 10 de kilos de cocaína por una ruta que tenían de Cartagena hacia México.
Muerto alias «Pablito» y capturado alias «Boyaco», Valencia, heredó los contactos y rutas de exportación, se convirtió en hombre de confianza de Dairo Antonio Úsuga alias “Otoniel” quien le asignó tiempo después la jefatura absoluta del “Frente Héroes del Caribe”, con injerencia en Bolívar y Atlántico, especialmente en los puertos de Cartagena de Indias y Barranquilla, Atlántico.
Una de las rutas más sólidas la tenía en asocio con un cabecilla de la oficina de “La Robledo” conocido con el alias de “Julián Machete”, desde los Puertos de Cartagena y Barranquilla hacía Republica Dominicana, donde se encontraba instalado en ese momento recibiendo la “mercancía”. Todo marchaba bien y los dólares llegaban por millones producto del tráfico de estupefacientes al exterior y el impuesto a otros narcotraficantes por utilizar sus rutas de exportación.
–La chispa antes del incendio: Fin de la sociedad entre alias “Falcón” y “Machete”-
Según una fuente de inteligencia de la Policía, las diferencias entre los dos capos de la mafia iniciarían a partir de 2018 cuando no lograban ponerse de acuerdo con los cobros a los impuestos a otros narcotraficantes, pero la chispa que casi enciende la llama fue el asesinato de un presunto narcotraficante de la línea de “Machete” conocido con el alias de “John Buque” cuando bajaba de su camioneta en el barrio Alto Bosque de Cartagena de Indias, este asesinato fue llamativo. En videos se ve a su compañera sentimental quitándole algunos objetos, entre ellos tres teléfonos celulares y una pistola que portaba en su cintura.
La misma fuente nos asegura que la excusa de este asesinato fue porque supuestamente alias «John Buque» no pagó el impuesto en algunas salidas de narcóticos a la organización de alias “Andrea”, pero detrás se escondía el supuesto robo de una nueva ruta de tráfico de estupefacientes que tenía el acribillado y del cual se habría apropiado un narco conocido como “El rey de los papelitos” o ”El Mocho” a quien alias “Andrea” demostró su apoyo y consentimiento, despertando la ira del capo de la oficina de “La Robledo”, manejando las ya conocidas rutas del narcotráfico hacía Estados Unidos y Europa.
Sin embargo, la chispa final que incendió todo fue cuando luego de su arresto, el mismo “El rey de los papelitos” o” El Mocho” le habría exigido a un reconocido narcotraficante con fachada de empresario de automóviles en Cartagena de Indias y de la línea de “Machete” que entregará sus rutas de exportación más productivas, por lo que este habría optado por resguardarse en la ciudad de Bucaramanga.
Meses después, el empresario luego de unas vacaciones junto con su familia en su natal Bogotá, regresó a la ciudad de Bucaramanga donde era esperado por cuatro sicarios del “Clan del Golfo” que se movilizaban en dos motocicletas equipados con sofisticadas armas con silenciador.
La fuente policial reveló que en el parqueadero de la terminal aérea el comerciante tenía parqueada una camioneta de alta gama marca Toyota Prado VX blindada, de placas FOT-985. Padre, madre e hijo abordaron el vehículo de alta gama y se dirigieron al exclusivo barrio Cabecera del Llano.
Los testigos del crimen aseguran que la familia llegó en la camioneta blindada a un restaurante de la zona y justo cuando el empresario de apellido Guarín, descendió y se disponía a entrar al restaurante, fue interceptado por los cuatro sicarios que le dispararon en nueve oportunidades acabando con su vida.
- En la próxima entrega: La venganza de “Machete” y la creación de la oficina de “Los Salsas Mexicanos”.