“…Nuestros expresidentes en su totalidad han recurrido a la austeridad del gasto. Nombraremos algunos para refrescarles la memoria a los ilusos protestantes de lo divino y lo humano…”
Parece ser que muchos políticos y medios de comunicación padecen una suerte de «demencia frontotemporal», «de Lewy» o incluso «de Alzheimer», pues parecen olvidar con facilidad los sucesos económicos, políticos y sociales de los presidentes anteriores. Es como si la memoria histórica no quedara registrada en los anales de nuestra democracia, que, bien o mal, se ha mantenido pese a los «ruidos de sables» que ocasionalmente intentan emular aquel acto del coronel chileno Carlos Ibáñez en 1924. Este ingresó al parlamento con un grupo de oficiales, agitando sables como protesta por el manejo del Estado, un evento que marcó el inicio de lo que se conocería como el maquiavélico “ruido de sables”.
Nuestros expresidentes, sin excepción, han recurrido a la austeridad del gasto. Aquí nombraremos algunos ejemplos para refrescar la memoria de los críticos que, sin aportar nada al desarrollo económico y social del país, se oponen a las reformas urgentes que se necesitan.
Ernesto Samper | Al final de su gobierno del polémico “elefante blanco”, Samper expresó que la economía había quedado “más o menos estabilizada”, pero admitió que faltó mejor manejo de la crisis financiera. Habló de la necesidad de realizar una “alta cirugía sobre las transferencias territoriales, las pensiones y los fondos de cofinanciación”.
Andrés Pastrana | Al asumir el poder el 7 de agosto de 1998, Pastrana pidió un freno al gasto público para implementar una política estable. Respaldó un ajuste fiscal severo, serio y creíble, con un enfoque en detener el despilfarro que, según él, heredó del gobierno de Samper.
Álvaro Uribe | En junio de 2008, el presidente Uribe tomó medidas drásticas: eliminó varias dependencias y trasladó sus funciones a otras entidades, buscando contrarrestar el derroche. Recortó el presupuesto en 1.5 billones de pesos, eliminó la alta consejería para la competitividad y la productividad, reformó el Conpes, suspendió Colombia Joven, y redujo gastos diplomáticos, embajadas y consulados. Todo esto bajo el lema de “ahorrar y ahorrar”.
Iván Duque | Duque no fue la excepción. En respuesta al impacto de la pandemia del COVID-19, impulsó un plan de austeridad mediante el Decreto 397 de marzo de 2022. Este incluyó la reducción en la contratación de personal, limitación de horas extras y vacaciones, y restricciones en arrendamientos, adquisiciones, tiquetes y viáticos, entre otros.
Gustavo Petro | Ahora, el presidente Petro ha presentado su propio Plan de Austeridad, tras la no aprobación de la Ley de Financiamiento. Este plan, detallado en 17 páginas, recoge medidas similares a las de gobiernos anteriores, como la reducción del gasto innecesario, y establece lineamientos claros para priorizar los recursos públicos. Sin embargo, los críticos que hoy lo cuestionan parecen olvidar que estas medidas han sido implementadas y apoyadas por los mismos sectores en el pasado. La memoria histórica no se olvida… perdura en el tiempo.