En el 2024, el alcalde de Cartagena, Dumek Turbay, anunció una ambiciosa inversión en obras de infraestructura para la ciudad, con el objetivo de mejorar la movilidad, los servicios públicos y la infraestructura social. Esta inversión, que asciende a 2 billones de pesos, se destinará a diversos proyectos clave para el desarrollo urbano y el bienestar de los cartageneros.
Turbay ha hablado de la construcción de cuatro intercambiadores viales: el de La Carolina, el de La Bomba del Amparo, el de Ceballos y el de Ternera; obras que, según el mandatario, están encaminadas a descongestionar las principales arterias de movilidad y mejorar la circulación vehicular.
También, con la búsqueda del esplendor y el brillo de la ciudad, como dice el alcalde, habrá inversiones en lo social, incluyendo la construcción de cinco nuevos colegios en sectores como Ciudadela La Paz, Pasacaballos y Nelson Mandela, con el fin de fortalecer la educación en estas zonas vulnerables. Además, está proyectada la construcción de tres hospitales para mejorar la atención en salud.
Para el desarrollo urbano, Turbay anunció la construcción del Gran Malecón del Mar y el Distrito Creativo de Manga, iniciativas que buscan potenciar a Cartagena como un destino turístico de talla internacional y promover la cultura local, según el pensamiento del alcalde.
Para llevar a cabo estas obras, el Distrito de Cartagena ha empleado recursos propios, así como financiación nacional e internacional. En agosto de 2024, el Concejo Distrital aprobó al alcalde Dumek Turbay la realización de un crédito público por 1,5 billones de pesos. Este empréstito ha permitido ejecutar varias obras y proyectos incluidos en el Plan de Desarrollo, abarcando sectores como educación, salud, movilidad, deportes y seguridad. Adicionalmente, se han destinado recursos propios del presupuesto de la Alcaldía y de los cartageneros, sumando esfuerzos para financiar las obras propuestas y en ejecución.
Sin embargo, la autorización del crédito por 1,5 billones de pesos representa un compromiso financiero significativo para el Distrito de Cartagena. Es importante destacar que el alto nivel de endeudamiento adquirido por esta administración, encabezada por Dumek Turbay, enmarcado dentro de una estrategia de inversión en infraestructura, solo será exitoso si se realiza una gestión eficiente y transparente de estos recursos. Esto es clave para garantizar la sostenibilidad financiera del distrito a mediano y largo plazo.
Además de los 1,5 billones de pesos aprobados en agosto de 2024, el 28 de diciembre de ese mismo año Findeter aprobó un crédito directo por 330.000 millones de pesos, destinados a la inversión en los intercambiadores viales. Pero, un día antes, el 27 de diciembre, se suscribió otro empréstito por 200.000 millones de pesos con el Banco de Desarrollo de América Latina para invertir en la agenda verde del distrito, según el alcalde, con un plazo de pago de 14 años.
En junio de 2024, Bancolombia prestó 60.000 millones de pesos a la Alcaldía de Cartagena para completar los 120.000 millones que cuesta el proyecto de acueducto y alcantarillado de los corregimientos de Bayunca y Pontezuela.
Antes de este endeudamiento, el Distrito de Cartagena ya tenía deudas vigentes que superaban los 100.000 millones de pesos, correspondientes, entre otras cosas, a los recursos para la chatarrización de rutas de Transcaribe y los financiamientos de Corvivienda.
Para el servicio a la deuda, es decir, para el pago de las viejas deudas del distrito y las nuevas adquiridas por el gobierno actual, el presupuesto distrital de 2025 aprobó la cifra de 170.032 millones de pesos, equivalentes al 4,3% del monto presupuestal de 3,9 billones aprobado por el Concejo de la ciudad.
Finalmente, creo que estamos ante un caso muy parecido al de aquella persona irresponsable con el manejo de su tarjeta de crédito, que lleva al tope del cupo sin importarle cómo va a pagar las cuotas. Mejor es decir, entonces… “amanecerá y veremos”. O, con esta avalancha de créditos, y las que faltan: “Que Dios nos coja confesados”.