Recortar con 3,6 billones de pesos el rubro para la seguridad y defensa nacional de los colombianos es, cuando menos, un acto de mala fe, indebidamente ejecutado por Petro. En una coyuntura como la actual, donde los bandidos de las FARC y el ELN azotan el Catatumbo y Norte de Santander, el conducto regular —obedeciendo a las reglas de la lógica— debe consistir en fortalecer e incentivar a las Fuerzas Militares (FF.MM.) para neutralizar de facto esa amenaza terrorista. Pero esto no es una mera coincidencia; todo obedece a un malvado plan político-criminal supremamente organizado.
¿Por qué Petro debilita a las FF.MM.? Porque dentro de su narrativa populista está el degradante principio según el cual: “Crea los problemas y también las soluciones”. Y ello es lo que ese sujeto quiere: arrodillar a las instituciones democráticas y al Estado colombiano a merced de la pillería terrorista, para luego proponer soluciones de diálogo. Todo está asquerosamente calculado y allí está metida la mano del narcorégimen de Venezuela. Esto lo hace Petro porque él considera necesario legitimar el accionar terrorista para luego apaciguarlo con diálogos impunes, bajo el objetivo de venderse al mundo como el pacificador universal. Petro celebra el terrorismo que está presentándose en el Catatumbo, toda vez que ello es material fresco para estructurar su nauseabundo discurso. El tipo, como cualquier rufián, está feliz con lo que acontece en ese territorio.
Se acordarán de este suscrito que veremos cómo los bandidos, luego de debilitar mucho más a las FF.MM., le harán el favor a Petro de detener intempestivamente los actos terroristas. Para ese entonces aparecerá Petro el pacificador, proponiendo soluciones a los problemas que él mismo ha creado con su omisión y alcahuetería; todo con el oscuro fin de jactarse de detener la barbarie de los bandidos. Petro es el propio solapado que dolosamente crea graves problemas bajo el pretexto de hacerle creer al conglomerado social que es él quien los ha solucionado o los puede solucionar. ¡Así es la propuesta marxista!
La estrategia es tan clara como macabra: desde el punto de vista bélico, el objetivo del pusilánime ministro Velásquez y su amo Petro consiste en debilitar, en la mayor medida posible, a las FF.MM. a fin de proporcionarles el triunfo militar a los bandidos. Así se sienta el ambiente para posteriormente convocar una mesa de diálogo con los criminales. Eso es lo que están buscando; de allí el motivo de la inacción gubernamental.
Es por ello que, en la actualidad, los operativos militares no son efectivos, pues generalmente no se están realizando bajo la premisa de neutralizar a los criminales, sino bajo el postulado de respetar sus insignificantes vidas. Dentro de la acción contundente del Estado —haciendo uso de las vías legales e institucionales— a los terroristas hay que capturarlos o darlos de baja, pero el actual gobierno no hace lo uno ni lo otro. ¿Por qué? Porque Petro ha pactado bajo la mesa un eventual triunfo de los terroristas. Ese es su terrible despropósito para convocar su anhelada mesa de diálogo nacional. Y no estamos exagerando, queridos lectores: para allá vamos. En unos dos o tres meses lo verán.
Entretanto, es una tremenda canallada hacer política populista con la dignidad de las personas deportadas de Estados Unidos. La devolución de los aviones provenientes de Norteamérica les costó dos días más de calabozo y otros tratos crueles e inhumanos a esas personas. ¿A qué dignidad se refería Petro? ¿No le dolió devolver a EE. UU. a sus compatriotas como mercancía pirata? Claro, es que el único pirata acá es Petro.
¿Cómo carajos un sujeto en el ejercicio de la primera magistratura del Estado puede llegar a ser tan farsante y canalla de jugar con el dolor de las personas deportadas y sus familias? ¿Cómo es posible que a las 3:45 de la mañana haya desautorizado el aterrizaje que previamente había autorizado? ¿Estaba Petro bajo efectos alucinógenos o en fuerte estado de embriaguez?
Presidente Petro, tres preguntas personales:
- ¿Dónde está comprando esa bareta que lo lleva a comportarse así?
- ¿Cuántos porros se está fumando en sus veladas?
- ¿Díganos de una vez por todas qué es lo que usted está consumiendo para poderlo ayudar?
Usted está llevando su vida al abismo y con ello también la de 50 millones de colombianos. ¡Serénese y déjese ayudar, señor presidente! No nos llamemos a engaños: lo que quería Petro era tocarle las bolas a Trump y se asustó con su reacción. Petro jamás quiso salvaguardar la dignidad humana de los compatriotas. Si el farsante hubiera querido velar por la dignidad humana de las personas deportadas, habría enviado el avión antes y no después de protagonizar semejante show mediático. Así de notorias son las orejas del burro.
Aunque no me referiré detalladamente a este tema porque considero que las personas indocumentadas en el extranjero NO son criminales, ciertamente no lo son en tanto no cometan crímenes. Es un error garrafal generalizar. Y es verdad que merecen un trato decente y respetuoso de la dignidad humana, pero lo que no podemos permitir bajo ninguna circunstancia es que un farsante que funge de presidente de la república utilice tan triste acto como cortina de humo para tapar los hechos terroristas y la alteración del orden público de una nación que él, intencionalmente, ha descuadernado. No me cabe duda: ¡Petro merece una sanción social sin precedentes! @JuanDaEscobarC