La reciente controversia en torno a la emisión de comentarios favorables hacia figuras históricas vinculadas a grupos armados ilegales en los medios públicos colombianos ha generado una profunda indignación en diversos sectores de la sociedad. La percepción de que RTVC, bajo la dirección de Hollman Morris y con el respaldo del presidente Gustavo Petro, está siendo utilizado para promover narrativas que podrían reinterpretar la historia del país en favor de grupos como las FARC, es motivo de preocupación y debate nacional.
Ya no fue el sombrero de Pizarro o la sotana del cura guerrillero Camilo Torres en la casa de Nariño, ahora fue desde RTVC el canal que, al parecer ya no es de los colombianos, sino de Hollman Morris, de Gustavo Petro y de las FARC, porque cada vez está más al servicio del terrorismo en Colombia. Algo absurdo, el periodista William Parra en una actitud de burla a las víctimas de este terrorista se refirió a la imagen de Tirofijo como » Tierna». Hágame el favor.
Nuevamente el sistema de medios públicos es mal utilizado por su director y el presidente de la república, porque ahora no vaya a decir que esto fue a sus espaldas. Esto es una nueva señal del sesgo ideológico que le han dado a los medios estatales tratando de reescribir la historia del país donde ponen al terrorismo de las FARC como dueños de una causa justa y los hacen ver como los buenos de la historia.
Esto es un insulto a los millones de víctimas que las FARC han dejado y siguen dejando en el país, porque así es, las FARC nunca se desmovilizaron, solo pensionaron a los viejitos de la vieja guardia (timochenko, Joaquín, pastor alape, tornillo, Sandra Ramírez, y otros) a quienes hoy vemos sentados en el congreso rosaditos y barrigones con sueldo y seguridad pagada por el Estado, esa fue la herencia del farsante presidente Santos, una paz que nunca fue porque la mayoría de las armas quedaron en lo que hoy son las nuevas generaciones FARC, los que no se unificaron bajo un solo mando sino que se han atomizado en todo el país con la anuencia y permisividad del gobierno actual con el combustible maldito del narcotráfico.
Los casos específicos como los nombramientos y cambios en RTVC. La designación de William Parra como director del Sistema Informativo de RTVC en noviembre de 2024 ha sido particularmente polémica. Parra, con una trayectoria de más de tres décadas en medios nacionales e internacionales, enfrentó en el pasado acusaciones de vínculos con las FARC, de las cuales fue absuelto en 2015. Sin embargo, su nombramiento ha reavivado debates sobre la orientación editorial de los medios públicos y la posible glorificación de figuras asociadas con el conflicto armado.
Se han presentado unas extrañas propuestas de transformación en los medios públicos. la propuesta de Hollman Morris de cambiar el nombre de RTVC y retornar a la denominación de Inravisión ha generado inquietudes sobre las verdaderas intenciones detrás de esta iniciativa. Morris argumenta que este cambio sería un «acto de justicia histórica» y busca democratizar la comunicación en el país. No obstante, críticos señalan que podría ser un intento de reescribir la historia y controlar la narrativa mediática en favor del actual gobierno.
Las acusaciones de que los medios públicos están siendo utilizados como herramientas de propaganda política no son nuevas. Informes indican que, desde la llegada de Morris a RTVC, se han cancelado o reducido programas culturales y educativos, mientras que la programación se ha modificado para destacar al presidente y su administración. Estas acciones han sido interpretadas por muchos como un intento de silenciar voces opositoras y promover una agenda gubernamental específica.
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Es esencial que los medios públicos mantengan una postura objetiva y respetuosa, reconociendo el dolor y la memoria de quienes han sido afectados por el conflicto. La sociedad colombiana merece una narrativa mediática que refleje la verdad histórica sin sesgos ideológicos que puedan revictimizar a quienes han padecido las consecuencias de la violencia.