Últimamente se ha venido reflexionando sobre el papel que deben cumplir los medios de comunicación sean escritos, televisivos, radiales o digitales, dada la responsabilidad que tienen ante la ciudadanía, quien por encima de todo espera recibir información veraz y oportuna, sin sesgos y mucho menos sin ocultar hechos que ameritan ser conocidos por la comunidad.
Es necesario que desde el mismo seno de los medios de comunicación, los periodistas reflexionen y asuman una actitud que dignifique su labor y les permita actuar con total independencia e imparcialidad, poniendo por encima de cualquier interés particular, la verdad y teniendo claro que una pauta publicitaria o patrocinio no puede ni debe incidir para distorsionarla o peor para ocultar la información.
Los medios de comunicación deben actuar con decoro pues no es de buen recibo alabar, adular o como se dice popularmente sobarle la chaqueta a quienes fungen como determinadores de otorgar los patrocinios o cuñas publicitarias, máxime cuando estas procedan de funcionarios públicos quienes no han entendido que una cosa es la publicidad y otra muy distinta es la opinión imparcial del verdadero periodista de aquel que por su ética se indigna con hechos irregulares y cumple con su deber de informar.
Los medios de comunicación se deben fundamentalmente a sus lectores o escuchas, quienes con su atención hacen el reconocimiento de acuerdo al manejo serio, profundo e imparcial que le den a la información que emiten, por ello encontramos que de forma espontánea el público objetivo termina sancionando o premiando aquellos medios que le generan confianza y credibilidad. Qué bueno es saber que todavía aunque son muy pocos en Cartagena de Indias aún hay periodistas que se preocupan y respetan a la sociedad sacando a luz la verdad.
Valga señalar que en otrora entre otros impresos, existía mucha credibilidad y respeto por los periodistas de la época en medios escritos y radiales que ganaron la mayor audiencia lo que les permitió estar en otras ciudades donde con su estilo y compromiso de decir la verdad siguieron cosechando éxitos, como producto del trabajo serio que realizaban.
Desafortunadamente hoy encontramos como algunos medios y no pocos periodistas o comunicadores se han encargado con su actuar de degradar tan noble e importante profesión, al prestarse o aceptar “sobres con dinero” de algunos mandatarios y funcionarios públicos que influyen hasta en las preguntas que debe hacer el periodista para quedar bien ante la sociedad.
Es una lástima que hoy tengamos que escuchar, ver y leer a comunicadores que se han convertido en defensores de funcionarios públicos y quienes por cada entrevista les exigen lo que ellos mismos han llamado un «auxilio de marcha».
No podemos pasar por alto que si bien es cierto se le venía atribuyendo a la prensa ser el Cuarto Poder dentro del Estado, por el influjo que tienen los medios de comunicación sobre representantes gubernamentales a diferentes niveles y amplios sectores de la sociedad; hoy podemos señalar que dicha percepción ha sido revaluada, dado que encontramos en diferentes escenarios, actores estratégicos locales, nacionales y transnacionales que entran a influir en las tomas de decisiones oficiales, principalmente en ciudades como la nuestra que son atractivas para realizar inversiones en diferentes actividades.
Antes semejantes riesgos, los medios de comunicación en general y de manera particular los periodistas, están llamados a ser celosos guardianes de la verdad, indagando e investigando profundamente sobre hechos y actuaciones de ciudadanos que vayan en contravía de la normatividad y la sana convivencia, sin que ello signifique que suplan los organismos de control y judiciales que deben cumplir sus funciones constitucionales, pero igualmente poner la lupa sobre estos cuando su actuar no sea el indicado.
El poder político y económico no puede avasallar el derecho que tiene toda la ciudadanía de conocer de manera objetiva los hechos que suceden en su entorno, lo cual amerita que los mismos profesionales de la comunicación hagan su análisis y autocritica, determinando desde su convicción, si realmente están cumpliendo con su misión o si se han desviado de esta para favorecer intereses personales porque así como vamos los medios también serán llamados a responder por la galopante corrupción en la ciudad y el departamento.
Jconrado51@yahoo.com