De acuerdo al ambiente que se comienza a fraguar para las próximas elecciones regionales donde el pueblo elijirá a gobernadores, alcaldes, diputados, concejales y ediles, puedo decir sin temor a equivocarme que por los nombres que hasta ahora han estado sonando como pre candidatos, lo que pulula, en Cartagena y Bolívar son puros candidatos decorativos con sus poquitas excepciones.
Con tiempo les digo que hay que escoger con pinzas a los candidatos, porque si no tenemos cuidado al momento de elegir, seguiremos los cartageneros y bolivarenses raizales y por adopción por secula seculorum viviendo con los mismos problemas que nos agobian desde hace más de 30 años.
A estos pintorescos personajes pre candidatos que aspiran a ser candidatos para ocupar una curul, no se les conoce ningún plan de gobierno sensato que le garantice al pueblo la no continuidad del fracaso de las últimas administraciones que no pudieron solventar los problemas como la inseguridad, la movilidad, la contaminación ambiental, el deporte, la educación, la salud, los peajes dentro de la ciudad, el espacio público, la tugurización del centro de Cartagena, la ocupación de suelos y de paisajes que son problemas serios porque modificaron nuestras economías municipales y distritales producto de planteamientos especulativos en todos los órdenes como la propiedad del suelo, gestiones, urbanizadores, promotores, constructores y técnicos que nos llevaron a la postre a desarrollos ilusorios de crecimientos por poblaciones, que sin embargo por las pésimas y nefastas administraciones que hemos tenido, nos dejaron fue sobre nuestros hombros todos estos conflictos que actualmente nos agobian.
Sería bueno saber cuál de estos candidatos ornamentales, se atrevería a adelantar un debate estructural, serio y bien argumentado en torno a todos nuestros acuciantes problemas.
El despertar del pueblo está a la vista, así que cuando se levante en masa para reclamar sus derechos, que se agarren la parranda de sinvergüenzas que pululan entre las comunidades, no por sus predicaciones o dones, sino por sus podridos frutos; es decir, por la manera déspota y arrogante cómo se comportan en su día a día, no en el pulpito de un altar, sino desde el estrado donde se encuentran cuan tiranos o caciques se convierten.
Una reconocida frase dice: “Elegidos, lo que ustedes hacen no nos deja escuchar lo que dicen”
No hay entonces congruencia entre las promesas de campaña, las iniciativas y las propuestas con los hechos. ¿Cuánto daño le ha hecho la clase política a los pueblos de esta Región del Caribe?
De manera que no es tan difícil colegir que lo que tenemos hasta ahora para las aspiraciones a ser candidatos para la alcaldía de Cartagena en la vigencia 2020-2023 son en la mayoría pre candidatos decorativos.