Desde el inicio de los trámites que culminaron el 18 de septiembre de 2018 con el encargo que ubicó a Pedrito Pereira como alcalde de Cartagena de Indias ante la ausencia del titular, Antonio Quinto Guerra, no ha dejado el encargado de fajarse como el mejor de los arqueros de fútbol impidiendo que le vulneren el arco, en este caso, su administración, como mandatario de la ciudad.
El primer “riflazo” contra el encargo de Pedrito se dio con una demanda en la que cierto abogado de la ciudad utilizando el nombre de un ciudadano demandó ante las autoridades de lo contencioso administrativo, por ilegal, según él, el procedimiento de entrevistas que empleó el presidente Duque para seleccionar de una terna a quien remplazaría temporalmente al alcalde titular, y además, por una presunta inhabilidad por supuesto interés directo en Transcaribe.
Hace pocos días, el Consejo de Estado, resolvió, y a través del Tribunal Administrativo de Bolívar dio a conocer el fallo mediante el cual declaraba que la portería de Pedrito seguía invencible, que este disparo al arco no había prosperado, se había quedado en el intento, y que las pretensiones que buscaban la nulidad de su nombramiento habían sido declaradas infundadas.
Pero llegó el mes de junio del año en curso, y en esta ocasión el disparo al arco de Pedrito no fue contra su nombramiento, no, fue contra las arcas del distrito de Cartagena, y no lo originó precisamente un contendor, curiosamente lo originó un miembro de su propio equipo, la Secretaria de Educación, Claudia Almeyda, un miembro de su gobierno.
En esta oportunidad el gol de “tiro libre” de dieciséis mil millones de pesos hubiera entrado si no es que la buena vista y la habilidad de Pedrito lo impiden, y a tiempo, rebota el disparo de esta licitación del PAE que iba cargada de irregularidades.
También en este mes de junio, pero en otra ocasión, lo que lanzaron contra Pedrito, el alcalde, fue todo un verdadero “penalti”, un riflazo que contra su encargo como mandatario le dispararon los propios miembros de su equipo, los del Partido Conservador en Bolívar, Nadia Blel, senadora; y Emeterio Montes, representante a la cámara.
Tanto la Senadora como el Representante a la Cámara actuando como ventrílocuos de sus familiares, los condenados Vicente Blel Saad y William Montes, respectivamente, incómodos por la revocatoria de la licitación de PAE, trataron mediante una nueva terna del Partido Conservador que no incluía al alcalde encargado presionar al presidente Duque para sentar en la silla del Palacio de la Aduana a uno de sus afectos y obediencia; pero Pedrito, nuevamente, con el apoyo del Presidente Duque pudo “tapar” éste que parecía, de salida, ser un verdadero golazo.
Finalmente, hace poco más de un mes, la misma Secretaría de Educación, la que ha hecho más de un tiro a la arquería de Pedrito, o sea, a su administración, volvió a hacer otro “disparo” tan contundente como lo demás, y de verdad que pudo haber sido un “gol olímpico” si es que el encargado alcalde no logra atajarlo revocando la licitación cuyo objeto era contratar las obras de reparación, adecuación y mantenimiento correctivo de las instituciones educativas del Distrito bajo el sistema de precios unitarios de acuerdo a las necesidades de cada institución. El gol, nuevamente, no entró.
En esta ocasión, como las anteriores, en este proceso licitatorio se atentaba contra el interés público y social de la ciudad, motivos suficientes para revocarla.
Finalmente, se preguntará usted, ¿cómos así que los mismos miembros del equipo disparan insistentemente contra su propio arco y siguen jugando?