En picada y sin encontrar una manera para reactivar la imagen en favor de la Administración Distrital se encuentra hoy el alcalde de Cartagena William Jorge Dau Chamatt quien tuvo un bajón de más de 9 puntos porcentuales con relación a la última encuesta en la que registró un 59,6 % de favorabilidad.
La falta de un plan de gobierno claro frente a temas coyunturales como la reactivación económica y que la ciudad permanezca estancada en un limbo sin que se tenga un norte claro a seguir se han convertido en factores que han mermado la imagen del mandatario distrital quien recordemos, comenzó su administración con un 73,1 %, gracias a un discurso anticorrupción que contagiaba y era lo que querían escuchar en su momento los cartageneros.
En la medida que se ha ido agotando el discurso por parte del mandatario, así ha ido su imagen, en retroceso. Hoy la última encuesta realizada por la firma Guarumo y EcoAnalítica Medición y Conceptos Económicos S.A.S. la imagen de favorabilidad del alcalde Dau Chamat bajó al 50.4 por ciento y se ha disparado su imagen desfavorable que está por el orden del 40.4 por ciento.
A los factores antes mencionados se le ha sumado la falta de gobernanza por parte del mandatario quien ha salido a defender, por encima de cualquier posible rasgo de corrupción, a su mano derecha y primera dama Cynthia Pérez Amador.
Se añaden situaciones como la elección del contralor distrital Héctor Consuegra Salinas y la pelea cazada con la Universidad de Cartagena al referirse al Alma Máter en su momento como un “nido de ratas”.
Pero como si no fuera poco la cacería de peleas y batallas, se da también el show mediático que ha pretendido montar en cada una de sus acciones, dejando entrever que esto no contribuye al desarrollo y solución de problemas de la ciudad y, peor aún, le representan muy poca renta para su deteriorada imagen.
Al deterioro de la imagen del mandatario distrital con base en las encuestas se adiciona el reflejo de lo que ha sucedido con los Envivo que el alcalde ha programado para entregar resultados de sus investigaciones y acciones que ha pretendido presentar como el veedor que no ha dejado de ser.
Sin embargo, en las redes sociales se ha reflejado también ese golpe en la imagen del mandatario. La primera entrega del Libro Blanco de William Dau reflejó en total más de 22 mil vistas que evidenciaban un alcalde con una gran proyección y un gran trabajo.
En la medida que pasaban los días y la epidemia se sentía con todo el rigor, los cartageneros evidenciaban síntomas de cansancio y de no querer escuchar más discursos anticorrupción sino planteamientos serios frente a la salida de esta crisis. Vino luego el segundo Libro Blanco y bajó estrepitosamente el ingreso de cartageneros a menos de 11 mil vistas.
Comenzaba a preocuparle la situación al alcalde, una persona que goza de gran prestigio en las redes sociales pues había tenido que afrontar un gran bajón. Entonces preparó la tercera y última entrega del Libro Blanco que no supero las 6 mil vistas y descendió de manera preocupante a dos mil. Un discurso repetitivo y sin nada nuevo que ofrecer. La gente de aburrió.
Y pese al cansancio que mostraban los cartageneros ya por estas presentaciones, el mandatario ofreció entonces los Domingos de Denuncias. En la única entrega que lleva de este espacio, el mandatario no supero las 3 mil vistas y todo hace suponer que de llegar a programar un espacio más no superaría las 2 mil.
Los números no mienten y las matemáticas siguen siendo, en materia estadística, una ciencia exacta. A la par de acciones en las que se evidencia la falta de liderazgo y el trabajo en equipo los resultados dan fe de que en la administración las cosas no andan bien.