Cuatro columnistas de 724 | Noticias enfocaron de manera coincidencial este fin de semana el tema del acuerdo de paz firmado hace cinco años entre las Farc y el gobierno de Juan Manuel Santos Calderón.
- Los cuatro desde diferentes ángulos exponen su concepto:
El Presidente ejecutivo de Fedegan, José Félix Lafaurie Rivera, tituló su columna “Que siga la Farcsa”, en la cual asegura que todo comenzó en 2011, cuando un gobierno “farsante” convenció con mermelada a sectores de la clase política y de los medios, y estos últimos al país, de muchas mentiras que no caben en este espacio, comenzando por el nombre del Acuerdo, para una paz “estable y duradera” que nadie ha visto.Que siga la “Farcsa”
El senador Santiago Valencia González en su columna titulada “Esa tal paz, no existe”, señala que celebrar un acuerdo, irrisorio como este, es un insulto a la dignidad de los colombianos. Que Iván Márquez, Santrich, el Paisa y Romaña, permanezcan en la clandestinidad, o en Venezuela, es una clara muestra de violación a los compromisos, puesto que los reinsertados deberían estar dedicados a desarrollar proyectos productivos y brindando colaboración a la justicia en la reconstrucción de la verdad de lo ocurrido y no continuando con su actividad criminal. Esa tal paz, no existe
Entre tanto el ex viceministro del interior y de justicia y analista político Rafael Nieto Loiza, conceptúa que no tiene duda de que una parte sustantiva del problema de violencia en Colombia se debe al narcotráfico. Dice que Santos, sus negociadores y las Farc mintieron, porque ofrecieron un “nuevo paradigma”, un “nuevo enfoque histórico” que traería como resultado la desaparición del narcotráfico y no fue así. Cinco años del pacto Santos-Farc
Por su parte la Senadora María del Rosario Guerra, expresa en su columna que el entonces presidente Santos le entregó la llave de la impunidad a las Farc. Señala que los responsables de los peores crímenes, aberraciones y ataques contra miles de colombianos viven hoy a costillas del Estado, sin pagar un solo día de cárcel e incluso algunos de sus máximos líderes premiados con curules en el Congreso. Desde ahí han usado su curul para negar descaradamente la comisión de delitos como reclutamiento, secuestro, violaciones, terrorismo e incluso narcotráfico, actividad ilegal que en 2014 ubicó a las Farc como el tercer grupo narcoterrorista más rico del mundo, según la revista Forbes. La burla de las Farc