La vida en propiedad horizontal implica el cumplimiento de normas que buscan garantizar el bienestar y la sana convivencia entre los residentes. Entre estos lineamientos, la tenencia responsable de mascotas cobra especial relevancia, ya que su manejo inadecuado puede generar conflictos relacionados con la higiene, el uso de áreas comunes y situaciones de agresión.
El Código Nacional de Policía y Convivencia, complementado por la Ley 746 de 2002, establece directrices para quienes tienen mascotas en unidades residenciales. El artículo 108F de esta ley aborda aspectos fundamentales sobre la interacción de los residentes con perros catalogados como «potencialmente peligrosos».
Entre estas razas se incluyen el Pitbull Terrier, Rottweiler, Dogo Argentino, Fila Brasileño y Doberman. Los propietarios de estos animales deben garantizar el uso de bozal y correa cada vez que transiten por zonas comunes, con el fin de prevenir posibles incidentes.
Sanciones por incumplimiento
No acatar estas disposiciones puede derivar en sanciones severas, que incluyen multas de hasta cinco salarios mínimos mensuales legales vigentes, superando los ocho millones de pesos colombianos, e incluso el decomiso del animal.
Para mantener la paz en las unidades residenciales, los propietarios de mascotas deben tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Uso de Correa y Bozal: Es obligatorio en las áreas comunes, especialmente para razas potencialmente peligrosas.
- Higiene: Recolectar y disponer adecuadamente los desechos de las mascotas para evitar molestias y preservar las áreas comunes.
- Respeto de Espacios: Solicitar permiso para compartir espacios como ascensores o áreas recreativas.
- Zonas Exclusivas para Mascotas: Proponer su creación mediante la asamblea de copropietarios.
- Cuidado Responsable: Brindar una alimentación adecuada, chequeos veterinarios regulares y cuidados necesarios para el bienestar del animal.
Cumplir con las disposiciones internas de cada conjunto y respetar las normas generales de tenencia responsable de mascotas ayuda a prevenir problemas y garantiza una convivencia pacífica. Dado el aumento de familias que optan por tener perros y gatos, es fundamental crear conciencia sobre la importancia de adoptar hábitos responsables.